ZAMAK: UN METAL HIPOALERGÉNICO

Sumamente fácil de manejar, permite fabricar piezas en masa, cuidando el acabado de cada fragmento, el Zamak nace de una aleación entre el zinc, el aluminio, el magnesio y el cobre que se ha popularizado en la orfebrería actual. De gran resistencia, el Zamak ha hecho que el proceso de la fabricación de joyas sea más sencillo y con poco coste de inversión.

Desde los años 20 es usado en diferentes áreas industriales como lo son la construcción, la electricidad, la electrónica y la automotriz. Con el paso del tiempo paso a diversificarse en artículos de vestir y decoración. ‘New Jersey Zinc Company’ fue la encargada de idear este material, el cual es llamado así por el acrónimo de cada uno de sus componentes en alemán: Zinc, (Zink), Aluminio, (Aluminium) Magnesio, (Magnesium) y Cobre (Kupfer).

Existe una desventaja bastante importante en torno al Zamak. Ante la presencia de humedad, es víctima de corrosión inter-cristalina, y durante el proceso de trabajo, al necesitar ser inyectado en la pieza, puede presentar poros y burbujas en el interior de las piezas. Sin embargo, el proceso ha logrado llevarse al mínimo margen de error a fin de que cada accesorio logre salir con la adecuada presentación y durabilidad que promete este material.

Al asemejarse en su aspecto al acero, el Zamak se ha visto como un favorito en la realización de piezas de bisutería. La plata tiene una gran desventaja en comparación al Zamak: un proceso de limpieza específico y constante. Más que todo en pulseras, el Zamak ha logrado un puesto dentro de la orfebrería al contar con una durabilidad tanto en la pieza como en el brillo, lo que le hace a prueba del paso del tiempo.

Por su maleabilidad, y resistencia, el Zamak se ha constituido como un material necesario en la confección de diferentes prendas y accesorios. Más económico que otros materiales ya reconocidos como la plata y el acero, pero con una resistencia mucho mayor, no por nada, ha calado como ningún otro elemento disponible a la hora de la realización de joyería semipreciosa, eso sin nombrar, la ventaja hipo-alergénica.

La artesana, Mónica Villalba señala que, “para poder realizar trabajos con este bello material solo he necesitado dejar volar mi imaginación y verme reflejada en nosotros mismos para darle rienda suelta a mis manos y realizar las mejores creaciones. El cuero es mi gran aliado para combinar el Zamak ya que puede utilizarse de forma casual o informal… Dándole a cada propuesta un toque de elegancia y buen gusto, que puede combinarse para cualquier ocasión y estilo”.

Además de las joyas, el Zamak ha sido implementado como complemento necesario para las prendas de cuero y piel. Sustituyendo al latón pues en primer lugar, por la ganancia estética, y en segundo, por el bajo coste de inversión que ha representado para importantes casas de diseño de modas y de joyas a nivel mundial.