El yoga restaurativo es una técnica muy distinta a los tipos de yoga convencionales. Se trata de reducir la velocidad y abrir el cuerpo y la mente a través del estiramiento pasivo. En una clase se hacen unas pocas posturas (5-6) manteniéndolas por un espacio de tiempo de entre 5 a 15 minutos.

Durante las largas suspensiones, los músculos se relajan profundamente. Es una sensación completamente diferente de otros tipos de clases de yoga, ya que los soportes se utilizan para apoyar y soltar el cuerpo y los músculos. Las clases restaurativas son muy suaves por lo que funciona como un buen complemento a otras prácticas más activas de yoga.

Es más que estiramientos, es una práctica del yoga, como los asanas o las posturas, que busca la purificación espiritual, la meditación, que la respiración sea el centro del ejercicio. De hecho, es la disciplina del yoga más común y más practicada. En algunos centros se ha pasado sólo a la parte física olvidándose de la parte mental, de relajación y respiración.

Tipos

Se puede decir que hay 2 estilos de yoga restaurativo:

Activo: se basa en movimientos suaves controlando la respiración, casi como si fuera una meditación.

Pasivo: basado en posturas sin movimiento, fijas y estables; es decir, que todo el tiempo permaneces en el suelo. Hace uso de apoyos como bloques, cinturones, cojines, etc. para poder mantener la asana y un buen alineamiento del cuerpo.

En el yoga restaurativo se busca coordinar el cuerpo con la mente mediante el movimiento consciente del mismo. Con ello se consigue relajarse y ralentizar la respiración, lo cual provoca que el flujo de pensamientos disminuya también.

Como he comentado al principio, es apto para todos, sobre todo para aquellas personas que sufren algún dolor físico o psicológico (ansiedad, depresión…), aunque es igualmente recomendable para personas que simplemente quieran relajarse y descansar.

Asanas del yoga restaurativo

Postura de niño: esta es una de las posturas del yoga restaurativo que más trabaja la relajación. Entre sus beneficios resalta su capacidad para estirar todos los músculos y huesos de la espalda, ya que la columna de dobla hacia adelante en 110° grados. Por lo tanto, la postura de niño también estira las vértebras lumbares, reduce la fatiga, alivia los dolores en los pies y calma el estrés.

Postura del cadáver: este cuerpo estimula la quietud de todo el cuerpo y permite que la persona se centre en la respiración para una relajación intensa. Entre los beneficios que ofrece esta asana es mejorar la depresión y la ansiedad, combatir el dolor de cabeza y el insomnio y reducir la presión arterial.

Postura del cocodrilo: esta asana del yoga restaurativo está entre las tres mejores para combatir la ansiedad. Es bastante fácil de realizar, permite practicar la respiración a través del diafragma, propicia la calma de la mente y mejora el estado de ánimo. También activa el sistema nervioso y trabaja los músculos de los glúteos.

Postura de la pinza: es una de las asanas más tradicionales del yoga. Entre sus beneficios encontramos la extensión completa de la columna vertebral que permite aliviar dolores localizados en esta zona. Esta postura permite abrir la cadera, estirar los músculos, calmar la mente y ver nuestro yo interior.

La mayoría de las posturas de yoga restaurativo sugiere que la persona esté sentada o acostada y algunas veces será necesario mantener la pose por más de 20 minutos. El yoga restaurativo no exime la práctica de asanas de inversión.

Beneficios del yoga restaurativo

Los principales beneficios del yoga restaurativo son los siguientes:

  • Alivia cualquier tipo de dolor muscular, ya que produce una relajación.
  • Sirve para liberarse del estrés y mejorar la salud mental.
  • Resulta muy útil para reducir la fatiga como consecuencia de un entrenamiento intenso.
  • Mejora la flexibilidad.
  • Estimula el sistema inmune.
  • Mejora la calidad del sueño y la respiración.
  • Ayuda a concentrarte mejor, por lo que puede ser una actividad perfecta para estudiantes.
  • Es posible que reduzcan los dolores de cabeza.
  • Interviene de forma favorable en la recuperación física.

Instrumentos para la práctica

Es común que el yoga restaurativo utilice accesorios de yoga: cojines, almohadas, mantas, ladrillos (blocks), cinturones, paredes y sillas. La razón es que las herramientas nos ayudan a que haya un estiramiento sin que haya esfuerzo, a diferencia de muchas posturas de yoga que, aunque deban ser por definición cómodas y estables, involucran un componente más activo de tensión muscular. El apoyo adicional nos da la sensación de bienestar y de seguridad necesarias para relajarnos y evitar que el cuerpo genere distracción. De esta manera el sistema nervioso entra en pleno descanso.

¿Para quienes se recomienda?

Se recomienda la práctica de yoga restaurativo especialmente a personas con altos niveles de estrés, con problemas de insomnio, personas con poca movilidad corporal, embarazadas, o, simplemente, a quienes deseen vivir la práctica del yoga desde un enfoque más relajante. Actualmente, también se están incorporando rutinas restaurativas en mujeres con cambios hormonales teniendo resultandos sorprendentes.

Qué esperar de una clase de yoga restaurativo

El participante debe prepararse para alcanzar una relajación profunda. El profesor dispondrá los apoyos necesarios.

Las luces de la sala pueden ser atenuadas con una música suave. Si el ambiente es frio, se recomienda mantener los calcetines y una sudadera, ya que el cuerpo no se calentará igual que en una clase de yoga regular. En algunas posturas, el profesor puede proporcionar unas mantas adicionales para conservar el calor.

Después de que se configura una pose con el uso de los accesorios, es necesario mantener la postura durante un período prolongado entre 10 y 20 minutos. La respiración es primordial para mantenerse en las posturas. El maestro puede comunicarse a través de la música de meditación, dependiendo de su estilo. Sólo se pueden hacer cuatro o cinco posturas en el transcurso de una clase. Al final de la sesión, el cuerpo se siente abierto y fresco. Al día siguiente es normal sentir un poco de dolor por el estiramiento profundo.

ALFA