La práctica milenaria del yoga es popular por los beneficios que atrae tanto para la mente como para el cuerpo. Indicada tanto para niños como para adultos, además de representar una rutina excelente de ejercicios, los más pequeños de la casa logran desarrollar condición física y espiritual, de manera divertida y diferente.
La profesora de Hatha Yoga, Almudena Ovejero señala que la edad ideal para iniciar en la práctica es a partir de los 7 u 8 años. “No es lo mismo trabajar con niños de 4 años, donde sobre todo estimulamos los sentidos y el movimiento, que un niños de 7 u 8 años, edad en la que ya empiezan a desarrollar sus habilidades: están en pleno crecimiento y conocimiento, razonamiento, responden a las correcciones y se pueden trabajar muchas visualizaciones.”
Fortalecimiento de la musculatura, mayor flexibilidad, y mejora en la capacidad respiratoria, además, el yoga para niños permite la adopción de una adecuada postura, evitando futuros problemas de espalda; estimulando su creatividad, disminuyendo los niveles de estrés, controlando emociones y desarrollando sus habilidades sociales porque en la mayoría de los casos se trabaja en pareja o en grupos.
Una clase de yoga para niños es sumamente diferente a una clase para adultos. En ella son empleados canciones y cuentos, para ir integrándoles a los pequeños las adecuadas posturas de meditación. De acuerdo a la experta en Yoga, el Dalai Lama una vez dijo: “Si le enseñáramos meditación a cada niño de ocho años, eliminaríamos la violencia en solo una generación”.
Si el pequeño ya practica otra disciplina, no hay problema en unirla con el yoga, pues esta representa un complemento ideal para el fútbol, el baloncesto, el patinaje, la gimnasia o la natación. De igual forma, Almudena señala que: “Con el yoga, los niños crecerán con una conciencia muy importante de su cuerpo y del poder inagotable de su mente.”
Por su parte, el profesor Ramiro Calle destaca que el primer paso en el yoga para niños es aprender a respirar, pues de ella dependerá el equilibrio que desarrolle el pequeño, “una vez que el grupo controle su respiración, el profesor empezará con las posturas”. Con este primer paso alcanzado, el maestro empleará el saludo al sol, la rueda, o la flexión de espalda, con las cuales el niño podrá calmar y potenciar el funcionamiento de su organismo. Además, con ello desarrolla otra habilidad: la concentración.
Conocidos los beneficios y requerimientos del yoga para niños, debe especificarse los recursos a tomar en cuenta. La motivación es muy importante en cualquier actividad que sea iniciado un pequeño de la casa, eso incluye el yoga. Además, un niño debe sentirse cómodo, por lo que su ropa para practicar yoga debe ser ligera, confortable y holgada, con tal de permitirle la mayor movilidad posible. El ambiente de práctica debe ser ventilado, limpio y tranquilo. Pese a que los niños, usualmente, estén inquietos, es necesario que no tenga mayores distracciones para lograr atraer su atención a los ejercicios de yoga.
que bueno motivar a los niños en la practica del yoga, incluso leí que hay escuelas donde hay programas obligatorios de su practica. Excelente manera de ayudarlos en su desarrollo