La violencia sexual se describe como un acto de abusos y comportamientos, que una persona ejerce sobre otra sin su consentimiento, y muchas veces sin el conocimiento de la misma, sólo para su satisfacción sexual. El abuso en cuestión, puede llevarse a cabo a través de engaños, confusiones, amenazas y en cualquier lugar. En este acto, la persona víctima del abuso sexual es dominada, maltratada y presionada por el agresor. Por otro lado los comentarios e insinuaciones sexuales; también son catalogados como violencia sexual.
En muchos casos la violencia sexual, puede ser llevada a cabo por personas cercanas, aprovechándose del vínculo afectivo que mantiene con la víctima (esto más que todo en el caso de niños y adolescentes). Este acto puede ser prolongado. En este caso, el trauma en el niño no sólo afectará su vida sexual más adelante, sino sus relaciones afectivas y sus vivencias.
¿Usted ha sido víctima del abuso sexual? ¿Conoce a alguien que lo haya sido? Ya es hora de romper el silencio, es momento de hablar. Las víctimas de abuso sexual son marcadas por el trauma vivido y esto afectará cada aspecto de su vida, acompañado de sentimientos de culpa, impotencia, vergüenza y rabia. Es importante saber cómo hablar y apoyar a una víctima de la agresión sexual, así como también ayudarle a usted a superar poco a poco el trauma vivido.
Comience conversando con la víctima en un lugar privado, y dándole toda la oportunidad de hablar y ser escuchado por usted, hágale entender que usted cree lo que ocurrió; recuerde que al principio puede no ser tan sencillo; dígale que no es su culpa, y que lamenta mucho que eso le haya sucedido. Es probable que la víctima necesite contarle más de una vez sobre la agresión, hágale saber que hizo lo mejor que pudo para sobrevivir; no lo juzgue y acepte esos sentimientos de rabia, odio y tristeza. Recuperarse podrá tomar su tiempo, no lo apure. Usted podrá aconsejar a la víctima, sólo si ésta se lo pide; es necesario que entienda que la agresión es un delito y que nadie merece pasar por eso.
Luego de esto, es necesario actuar; acompañe a la víctima al hospital o a los cuerpos de seguridad; si éste así lo decide, recuerde que es una decisión que sólo la persona agredida puede tomar, aunque le parezca absurdo. Permanezca con ella durante todo el proceso de recuperación, puede orientarle a visitar grupos especializados de apoyos para estos casos, si la persona afectada lo permite, consiga ayuda de otros familiares.
Si por otro lado, la víctima es usted; de igual forma debe saber que hay organizaciones dispuestas a ayudarle a superar su trauma y protegerla. Recuerde que usted no es culpable de lo sucedido, no se sienta avergonzada, es necesario que reconozca la agresión, éste será el primer paso para luchar por su bienestar y realización personal, y así sentirse libre para poder superarlo cuando se sienta lista. ¡Recuerde que no se encuentra sola y que hay muchas personas dispuestas a ayudarle; es hora de romper el silencio!
Un abuso sexual es un delito, hablen y no se queden calladas, como dice el artículo, hay que romper el silencio.
Gracias por sus consejos, a cualquiera le puede ocurrir.
Estoy pasando por una situación similar, gracias por las orientaciones
Buen artículo, excelentes consejos para poder orientar.
Gracias por el artículo, ahora sé cómo iniciar la conversación con cualquier víctima de abuso sexual.