Los seres humanos vibramos permanentemente a cierta frecuencia y, la frecuencia de esa vibración va a determinar muchos de los cambios que vivimos. Por tanto, el cuerpo humano es vibración constante en sí mismo, es decir, cada célula, órgano, tejido, tiene una vibración singular y armoniosa que es dinámica, provocando un movimiento continuo que va a determinar casi todo en nuestras vidas.
La ley de la vibración dice, que el universo entero es energía en vibración, incluso los pensamientos y emociones. De aquí, que desde el punto de vista espiritual, la vibración sea: la unión del pensamiento, la emoción y el sentimiento, concentrados con los chacras. Por consiguiente, vivimos en un mundo lleno de energía que se manifiesta, de diferentes formas; estas energías, emiten vibraciones a la naturaleza que busca vibrar en armonía o mantener el equilibrio si se rompe en algún momento.
Así, como pasa en la naturaleza, los seres humanos tienden a la vida armoniosa para que sea óptima, pero esa armonía no es estática y está directamente influenciada por el mundo interno de dichas emociones, pensamientos y salud; igualmente, por el mundo externo o las vibraciones del resto que nos rodea; se puede decir, entonces, que la vida se transforma por acción directa que obliga al cambio o por lo que mantenemos de manera constante en la mente, sea positivo o negativo.
Cuando se entienda que las cosas no suceden más allá de usted, sino por usted; porque cada uno es cocreador de las vivencias, de su realidad, a través de sus intenciones conscientes, que permitirán programar o reprogramar las vibraciones, entenderá que puede lograr el cambio positivo, de todo aquello que quiera mejorar para el bien personal y universal; Ya que todo lo que está a su alrededor es creado por sus vibraciones.
Llegado a este punto, se habla de vibraciones bajas y altas, y esto es importante entenderlo para lograr el efecto adecuado, en el momento que usted decida, transformar su vida en cualquier aspecto, desde el espiritual, económico, amoroso, laboral. Así que, mientras más alta sea su vibración más ligero y sutil se volverá su cuerpo sólido, y cuanto más baja sea, más pesado y solido se volverá su cuerpo, y su ser. Cuando se entra en vibraciones altas como el enamoramiento, o en el flujo de una actividad positiva, todo se volverá más fácil en la vida.
Por tanto, el amor es una de las herramientas que pueden ayudar a mantener un nivel alto de vibración y de energía. Cuando se da amor de verdad, el cuerpo se libera, por unos momentos, de las cadenas del condicionamiento que amarran a los mismos hábitos y resultados. Cuando se siente amor por lo que se hace, por las personas que le rodean, por la vida, entonces no existen barreras internas que le puedan impedir avanzar, ya que su energía será tan fuerte y consistente que transmutará la parte objetiva de su mundo y le permitirá fluir más fácilmente.
ALFA