El crecimiento espiritual está definido como un proceso de evolución, que integralmente protagoniza el ser interior, pero que a la vez, tiene consecuencia sobre el desarrollo de todas las áreas de la vida que caracterizan a un ser humano, tal como puede ser el área profesional, el área educativa, el área social, entre otras.
Tal como el aire que se respira, el crecimiento espiritual es una actividad que acompaña a un ser humano durante toda su existencia. Desde que nace hasta el último día, todo individuo ve su vida marcada por constantes transformaciones de ser interior, pero la diferencia está en cómo las aprecia en beneficio de sí mismo.
Existen ciertas condiciones que facilitan el crecimiento espiritual, entre ellas está el tener un espíritu enseñable. La consultora, Cristina Blanc – Martinez, señala que “hay muchísima gente que sencillamente no es enseñable porque todo lo cuestionan, tienen problemas con la adaptación, son quisquillosos y están quejándose todo el tiempo. Estos tardaran en crecer o, corren el riesgo de nunca crecer espiritualmente”.
Ser víctima de la continua insatisfacción, que también puede caracterizarse por la negatividad, el pesimismo, y la falta de empatía hacia otros, deriva en que los objetivos posibles a lograr en la vida, puedan situarse en sitios inalcanzables. Esto se debe a que la carga negativa que pesa sobre cada hombro, hará al espíritu un ser débil e incapaz de crecer.
También, Blanc afirma que “según sea la insatisfacción, será la pasión que tenga por crecer”. Por consiguiente es directamente importante el querer ser un líder, pero a la vez, sin quemar etapas, con humildad, y tomando todo a su tiempo. De lo contrario, esto sería contraproducente para su bienestar, debido a que “podría estrellarse contra el piso. “El que quiera ser maestro, primero tiene que ser discípulo”.
Capaz de enfrentar las pruebas que lograrán la evolución de ese crecimiento espiritual. Blanc también señala que “en el crecimiento, debe estarse dispuesto a recibir corrección y disciplina. Inclusive sepa tolerar las críticas. Sea cual sea el área de su vida a corregir, debe enfrentar cualquier prueba para poder aprender, y por consiguiente, crecer.”
De acuerdo al consultor astrológico, Reinaldo Dos Santos, que existen formas de valorar el crecimiento espiritual, incluyendo a la pareja. La primera es mantener el amor y la aceptación como la mejor forma para comprender su relación consigo misma y con otros, pues sentimientos como el resentimiento solo derivará en el detrimento de su madurez espiritual.
Junto a abandonar el resentimiento, para crecer espiritualmente también se necesita evitar el menosprecio por el posible bajo nivel de desarrollo interior que puedan tener otros. “Si usted tiene amor en su corazón, podrá aceptarlos y animarlos a crecer en su alma”.
De la decisión a la acción. Cuando haya abrazado la situación, potencia su natural curiosidad con una clase de yoga, una meditación en un campo abierto, o tan solo, colando el tema en una conversación común. “Recuerde siempre que cada alma humana ama para sentirse viva”.
ALFA