El jade lavanda es una de las piedras consideradas por algunos como el “verdadero jade” y posee incontables beneficios. Se localiza de manera escasa en los yacimientos y el tono puede variar de rosado a azul o violeta cremoso. La roca es vista como un tesoro único para los chinos, pues tiene alrededor de 7000 años formando parte de su cultura. En China el jade es visto como un armonizador de energías; también se le conoce como la “reina de las gemas” debido a la cantidad de beneficios que posee, únicos en los que a este tipo de piedra se refiere.
Este curioso y elegante cristal, una vez trabajado, se coloca en sitios cargados de malas energías y llenos de mucha tensión: como los lugares de trabajo o en hogares problemáticos, incluso en el auto, para aligerar el ambiente. Al darle un puesto en esos espacios, el jade se convierte en un limpiador de energías natural, purifica el alma y el entorno. También repele esos pensamientos negativos y nos protege de las personas con intenciones perjudiciales. Atrae el equilibrio mental, creando un efecto de relajación espiritual.
Otro de sus beneficios es físico. Permite la cicatrización de las heridas, agiliza la regeneración de los tejidos y aumenta las defensas del organismo gracias a sus propiedades curativas, disminuyendo posibles infecciones. También calma considerablemente los padecimientos óseos. Siempre es bueno mantener la piedra cerca de manera permanente.
Asimismo, posee una potencial influencia en el ámbito externo e interno del individuo. Si durante la meditación creamos un fuerte vínculo con la gema, tanto espiritual como emocional, la piedra se transformará en una corriente de energía, que llenará nuestro ser con su poder. Esto hará fluir nuestra verdadera personalidad, nos convertirá en personas humildes, llenas de felicidad, independientes y con ganas de vivir. La actividad cognitiva, de igual manera, se verá beneficiada con la presencia del jade lavanda. Estimula las ideas, incrementa la actividad lógico-cerebral y fomenta la creatividad.
El jade también reduce los niveles de cansancio y agotamiento visual entre otras afecciones oculares. Frente a las nuevas tecnologías que se encuentran en constante evolución es importante tomar en consideración el poder de esta piedra, más que todo entre los más pequeños. Colocar la roca en el lugar correcto puede hacer la diferencia entre nosotros y esos agentes externos.
Las energías son parte importante de nosotros y para que podamos activar las fuerzas y propiedades del jade lavanda, debemos hacerlo en el momento ideal: durante la meditación. Instante en el cual relajamos el cuerpo, la mente y el alma, conectándonos con el “yo” interno. Este es el poder que nos brinda esta rareza geológica, y en las manos de las personas dispuestas a aprender de ella son muchos los regalos espirituales que podemos alcanzar.
ALFA