Desde hace algunos años las últimas tendencias del turismo cultural, apuntan a un auge significativo de este sector turístico, que está relacionado con la cultura, la historia y el patrimonio de muchos países alrededor del mundo; hecho notorio, sobre todo, a partir de los años 70, cuando se empezó a notar un aumento de la demanda de los sitios pertenecientes a esta categoría.

Este aumento de la demanda; se debió principalmente al hecho de que se realizó la “Convención sobre la Protección del Patrimonio Mundial, Cultural y Natural” por parte de la UNESCO, ya que se estaba observando un deterioro del patrimonio a nivel mundial; buscándose la recuperación de espacios de suma importancia a nivel histórico y cultural; por lo que cual se incentivo a los países a conservar dichos patrimonios, y comenzó una tarea de declarar patrimonio de la humanidad a muchos sitios en más de 160 países.

Actualmente, existen más de 1.000 sitios declarados Patrimonio de la Humanidad, de los cuales 802 son culturales, 197 naturales y 32 mixtos; y están repartidos en todos los continentes, siendo los países con mayor cantidad de lugares declarados como tales, Italia, China y España.

Debido a este desarrollo y a las acciones emprendidas por la UNESCO, los entes públicos y privados de los distintos países y la Organización Mundial del Turismo, ha aumentado significativamente tanto la demanda como la oferta en este tipo de turismo; y según dicha organización, actualmente el turismo cultural representa aproximadamente el 37 % del total del sector turístico; estimándose que tendrá crecimientos anuales de alrededor del 15 % en los próximos años.

Pero estas últimas tendencias del turismo cultural se deben entre otras razones al mayor nivel educativo que existe en la población mundial; lo cual hace que el interés por la cultura aumente, además de que el promedio de edad adulta ha aumentado, sobre todo en Europa y Norteamérica, por lo que estas personas se interesan por lo general, en actividades relaciones con este tipo de turismo, lo que provoca una mayor demanda de productos y experiencias culturales.

Asimismo, se han generado nuevos flujos turísticos derivados de los mercados emergentes, tales como China, Rusia e India; trayendo como consecuencia el desarrollo de industrias culturales; que hacen que aumente la oferta de actividades culturales.

Otro factor que ha hecho que el turismo cultural tenga este auge significativo; es la Internet, que hace que la información fluya por medio de las redes sociales, lo cual ha favorecido el consumo de esta clase de actividades, la proyección de los sitios alrededor del mundo, facilitando a las instituciones culturales, la promoción de sus sitios y sus actividades.

De esta manera, el turismo cultural puede contribuir notablemente al crecimiento económico de los diferentes destinos turísticos, así como a los procesos de interacción, comunicación e integración de los diferentes países y culturas; a través de planes y proyectos que se pueden desarrollar durante todo el año.

El desarrollo de este sector turístico debe hacerse de una manera planificada, a través de una gestión sostenible, involucrando a los turistas no sólo en el disfrute de los sitios históricos y culturales, sino también en el desarrollo de actividades autóctonas, tales como: técnicas textiles o agrícolas, artesanía, gastronomía local, danzas tradicionales, etcétera.

El auge del turismo cultural, ha provocado que el perfil de los turistas destaque por ser generalmente personas educadas, con un nivel de conocimientos alto, que cubren todos los segmentos de edad; con la capacidad de mantener un elevado gasto turístico. Asimismo, se preocupan por la conservación del ambiente, valoran las diferencias culturales, demostrando interés por conocer a la población local y su estilo de vida.

Por otra parte, las últimas tendencias del turismo cultural se dirigen desde el nivel de motivación de los turistas por asistir a grandes eventos en ciertos destinos turísticos, tales como exposiciones, conciertos musicales y otros actos culturales; prevaleciendo la intención de disfrutar un turismo más interactivo, a través del cual pueda participar activamente en las actividades culturales; como por ejemplo, aprendiendo danzas locales, gastronomía, artesanía o deportes autóctonos, que les harán vivir una experiencia única y emocionante.

Otras de las tendencias del turismo cultural, es la realización de viajes tipo “City Breaks”; que son viajes cortos de 2 a 3 días; realizados con el objetivo de conocer una ciudad específica, su cultura, participando en sus actividades, o asistiendo a algún evento importante.

Sin embargo, se considera que estas nuevas tendencias del turismo cultural; llevan consigo algunos peligros y amenazas, tales como: la mercantilización de la cultura y su banalización, anteponiendo intereses económicos, antes que el verdadero valor cultural de los sitios.

Asimismo, la sobreoferta cultural pudiese ser un problema, debido a que algunos sitios pueden ver afectado su nivel de afluencia, y se les haga difícil sostenerse y tenga que recurrir a las subvenciones públicas; lo cual podría desmejorar la calidad del servicio prestado al turista; ya que en algunos países se presenta un nivel de descoordinación entre las instituciones públicas relacionadas con la cultura y las relacionadas con el turismo.

Finalmente, existe un posible riesgo representado por la pérdida de identidad; al masificarse determinados lugares históricos, lo que posiblemente provoque que esa atmósfera mística disminuya, y con ello se afecte el valor turístico de este tipo de patrimonios.

ALFA