Tanto como las joyas, la ropa tiene ciertos trucos de cuidado ideales para alargar su vida. De acuerdo al uso que le demos, las instrucciones que tiene cada prenda en su etiqueta, y la manera en que las lavemos, son solo algunos de los factores que determinará cuánto tiempo podrá usar ese vestido favorito.
Primero en principal, la etiqueta de una camisa o de cualquier prenda de vestir no solo sirve para señalar la talla a la que corresponde. En la etiqueta podrá encontrar información valiosa que refiere al cuidado inmediato de la prenda. Cada camisa, cada vestido, y cada pantalón tienen unas necesidades específicas a la hora del lavado, y de elegir el lugar donde será guardada, esto siendo señalado en la etiqueta que trae consigo. Si bien ese pedacito de tela puede resultar para algunas personas como incomodo, no se recomienda removerlas, todo lo contrario, debe leerlas y tenerlas muy al pendiente.
Una vez que se reconoce lo indispensable de la etiqueta puede pasar al segundo punto importante, como lo es, el sitio donde guardará la ropa. Si ha comprado un vestido de salir o para algún evento importante, no debe mezclarlo, o guardarlo en el mismo sitio donde están las prendas de casa o más informales. Un ejercicio que parece poco importante, pero que con la rutina derivará en cuánto durará esa prenda en comparación al resto de las que ya tiene.
En tercer lugar, está el lavado de la ropa. Si bien se mencionó lo indispensable de la etiqueta, debe tomar en cuenta que en ella dirá la manera en que esa camisa o vestido deberá ser lavado posterior a su uso. Si necesita agua fría, o si puede ser con agua más cálida o si debe utilizar algún producto de limpieza en específico, e incluso la cantidad necesaria de acuerdo al porcentaje de material empleado para la confección de la prenda. Todo está en ese pequeño retazo que no puede pasar por alto si desea una larga vida para su ropa.
Con la base de trucos que puede alargar la vida de la ropa, puede tomar ahora en cuenta aquellos que complementarán la protección de su vestuario. Por ejemplo: Al momento de lavar, asegúrese que la ropa está al revés. Con este ejercicio tendrá menor posibilidad de que se dañe durante el proceso de limpieza, o que pierda su color. De ocurrir algún accidente procure actuar lo más rápido posible, pues el tiempo será su aliado para corregir alguna mancha o daño causado.
A la hora de comprar, tome en relación la calidad de los materiales que ha elegido. Una camisa puede ser muy bonita, pero si está hecha en una tela poco duradera, estará botando su dinero de la peor manera. Por otro lado, no es necesario gastar un montón para conseguir ropa de calidad. La clave está en conocer los materiales en que son confeccionadas cada prenda, y de ahí, adquirir aquellos de mayor durabilidad.
ALFA