Aunque en el mundo hay una gran variedad de piedras preciosas, una de las gemas más raras, cautivantes y valoradas es el Topacio Imperial, razón por la cual es posible encontrarla no solo en una gran variedad de piezas de joyería, en la que, por su color, ha llegado a ser confundido con el cuarzo citrino, sino también porque es muy usada actualmente en la gemoterapia, ya que se le atribuirle un gran poder activador de la energía física y espiritual.
Esta hermosa gema ha ubicado a Brasil en el mapa de la joyería mundial, por ser el mayor productor de este y cualquier otra variedad de topacios, por lo que se ha convertido en uno de sus más grandes embajadores. Siendo específicamente la ciudad de Ouro Preto, en el estado de Minas Gerais, el lugar donde se encuentran actualmente los únicos yacimientos de topacio imperial en el planeta.
La explotación a gran escala se concentra en las minas de Capão y Vermelhão, aunque también existen en esta zona, minas de pequeña escala manejadas por mineros independientes, quienes trabajan artesanalmente esta gema, a los que se conoce como garimpeiros.
Si bien, en Brasil se encuentran los principales yacimientos de topacio imperial, lo que seguramente desconocen algunas personas es que, según la historia, el nombre topacio tiene dos posibles orígenes. El primero sugiere que proviene del sanscrito “tapas”, cuyo significado es fuego; mientras que la segunda historia sugiere que fue llamado así por la isla de “topazos”, ubicada en el mar rojo, lugar donde habría sido descubierta esta gema por los griegos. Aunque se cree que ellos confundieron las piedras halladas con peridoto, ya que estas tenían un tono verde amarillento y antiguamente las gemas amarillas eran consideradas topacios.
De igual manera, su designación “imperial” también tiene dos versiones: en una, se atribuye a los primeros yacimientos de topacio imperial, descubiertos en la zona montañosa de Ural, en Rusia, durante el siglo XIX, siendo reservado solo para el zar, su familia y personas de alto nivel jerárquico. Mientras que la segunda, basada también en relatos históricos, indica que esta gema fue designada de esta manera en homenaje al emperador Don Pedro I de Brasil, quien estaba encantado por la belleza de varios topacios entregados durante una visita a la ciudad de Villa Rica, hoy conocida como Ouro Preto, donde fue descubierto en 1760.
Al igual que otras piedras preciosas, el topacio imperial contiene elementos e impurezas, a los cuales debe su amplio espectro de colores, abarcando el amarillo, naranja, rojo, rosa, cereza, lila y salmón. Esta escala es la que determina su valor basado en su rareza y belleza, por lo que el amarillo será el menos valioso y el color salmón el más costoso. A pesar de su valor, el topacio imperial es una de las gemas más buscadas entre los topacios naturales, por el hecho de que no es mejorado con ningún tratamiento. Por ello, si usted busca una gema única y hermosa, tiene una buena excusa para visitar Brasil.
Que gema tan preciosa! Ya quiero poder adquirir una para sumar a mi colección