Todo sobre San Lázaro: Hoy celebramos a San Lázaro, que fue uno de los que vivió el sentido de amistad de primera mano. Hermano de Marta y María, es en el Evangelio donde nos encontramos con la referencia de este gran amigo de Jesús, en cuya casa se hospedaba el Maestro con los Doce para descansar después de sus intensas predicaciones. Todo transcurría en un clima de verdadera familiaridad.

Cuando Lázaro enferma gravemente, tal y como cuenta San Juan, las hermanas envían un recado a Cristo diciéndole que su amigo está muy enfermo. El Señor llega pasados cuatro días cuando ya ha muerto y, después de llorar por su amigo, le resucita a la vista de muchos, pidiendo a su Padre del Cielo que, viendo el signo, crean. De esta forma se presenta como la Resurrección y la Vida garantizando que quien crea en Él no morirá para siempre.

Todo sobre San Lázaro

A partir de aquí es cuando se dividen los pareceres sobre el Nazareno, decretando el Sanedrín su muerte por boca de Caifás, eliminación que decretarán también para Lázaro, porque veían en él un motivo de conversión al Señor de muchos judíos. No faltan quienes le relacionan con el mendigo de la parábola que recoge San Lucas, de este mismo nombre.

Un pobre que no tiene qué comer y sólo los perros le lamen las llagas, hasta el momento de su muerte, donde los ángeles le conducen al Seno de Abrahán, mientras el rico están en los tormentos del infierno por negarse a dar siquiera un migaja de su mesa. Otros relatos le atribuyen la condición de Obispo después de la Resurrección del Señor. Es más, aseguran que morirá mártir por el Reino de los Cielos.

Oración

San Lázaro bienaventurado,
abogado mío, mi santo protector,
en ti pongo mi confianza,
en ti deposito mis necesidades,
mis preocupaciones y mis angustias,
mis sueños y deseos,
y, sabiendo los muchos milagros
que a través de ti se han obrado,
sabiendo la bondad que de tus manos brota
cuando con humildad y fe a ti se te pide,
hoy llego hasta ti suplicante,
pidiendo tu poderosa ayuda y misericordia.

Oh San Lázaro bendito, por la esperanza tan sublime,
que abrigaba tu corazón
de alcanzar la corona del martirio,
y por aquel deseo ardiente
de dar la vida por Aquel que te la volvió a dar
después de haberla perdido,
concédeme san Lázaro glorioso
tu valiosa mediación,
ruega por mis deseos ante el buen Jesús,
tu amigo, hermano y bienhechor,
y pide que por su infinita misericordia
me conceda lo que pido de todo corazón
y así pueda encontrar alivio en mi desesperación:

(decir con inmensa fe o que se desea conseguir),

y si crees que no es conveniente,
dame la paz y tranquilidad a mi alma
para que espere resignado
el cumplimiento de la voluntad divina.

San Lázaro, glorioso padre de los pobres,
te ruego no dejes de ayudarme,
muéstrate propicio como siempre haces 
y lleva cuanto antes mis peticiones al Señor,
dame tus bendiciones y protección,
alivia mis penas y problemas
y aleja de mi vida todo mal y enemigo.

Por Jesucristo, nuestro hermano y Señor.

Así sea.

Rezar tres Padrenuestros,
tres Avemarías y tres Glorias.

Oración por los enfermos

Dios Todopoderoso, no desprecies a tu pueblo que clama a Ti en su aflicción, sino que por la gloria de tu nombre dígnate en ayudar a los que están gravemente turbados. Muéstranos, oh Señor, tu inexpresable misericordia, borra nuestras transgresiones y libranos con gracia de la condenación que merecen.
Te rogamos, por la gloriosa intersección del Bienaventurado “San Lázaro” el disfrute de una salud duradera del cuerpo y de la mente, libranos de las tristezas presente y danos el gozo eterno.
Escúchanos Señor, en nuestras tribulaciones, y aleja a los justos de tu ira.
Dios, nuestro refugio, fortaleza y fuente de toda bondad, escucha las santas oraciones de tu iglesia y concede que obtengamos todo lo que te pedimos en la Fe. Por cristo nuestro Señor. Amen

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Salmo 90

A la sombra del Omnipotente
Tú que habitas al Amparo del Altísimo,
que vives a la sombra del Omnipotente,
di al Señor: «Refugio mío, alcázar mío,
Dios mío, confío en Ti».

El te librará de la red del cazador,
de la peste funesta.
Te cubrirá con sus plumas,
bajo sus alas te refugiarás:
Su brazo es escudo y armadura.

No temerás el espanto nocturno,
ni siquiera la flecha que vuela de día,
ni la peste que se desliza en las tinieblas

Caerán a tu izquierda mil,
diez mil a tu derecha;
a ti no te alcanzará.

Nada mirar con tus ojos,
verás la paga de los malvados,
porque hiciste del Señor tu refugio,
tomaste al Altísimo por defensa.

No se acercará la desgracia,
ni la plaga llegará hasta tu tienda,
porque a sus ángeles ha dado órdenes
para que te guarden en tus caminos;

te llevará en sus palmas,
para que tu pie no tropiece en la piedra;
caminarás sobre áspides y víboras,
pisotearás leones y dragones.

«Se puso junto a mí: lo libraré;
lo protegeré porque conoce mi nombre,
me invocará y lo escucharé.

Con él estaré en la tribulación,
lo defenderé, lo glorificaré,
lo saciaré de largos días
y le haré ver mi salvación

Plegaria


En el nombre de Dios Nuestro Padre, de Jesucristo su Hijo, Nuestro Señor y el Espíritu Santo, saludamos a la Santísima Virgen María y rendimos pleitesía al Bienaventurado Lázaro el Pobre, nuestro Patrón y Protector.
Loadas sean las ocho Bienaventuranzas.
Con hambre y sed de Justicia, levantamos con amor fraternal, nuestros corazones
a Dios, y damos gracia a la Misericordia Divina, por los Milagros y beneficios recibidos de Dios, por los méritos del Bienaventurado San Lázaro.

Todo sobre San Lázaro


Al traer nuestras ofrendas rogamos a Dios con la intercesión de San Lázaro, que recibamos la gracia que pedimos, si es justa y necesaria.
Arrepentidos de nuestros pecados hacemos votos de enmienda. Gracias, Buen Jesús, por habernos enseñado la gran moral e importante verdad sobre el Reino de Dios, habiéndonos hablado del Bienaventurado Lázaro el Pobre, recompensado por sus penas en el seno de Abraham.