La tiara de las flores de lis fue realizada para la Princesa María Luisa de Borbón-Parma, quien fue la primera esposa del que más tarde sería el Rey Fernando I de Bulgaria. Para ese momento la política europea dictaba que por ser una miembro de la familia real, específicamente una princesa, su matrimonio debía contribuir y ser útil para los fines de su familia, fortaleciendo las relaciones de su reino natural con Bulgaria y creando así una descendencia real de los búlgaros.

El reino de Bulgaria como tal, dejó de existir en 1946 para convertirse en una República Parlamentaria; sin embargo la Tiara de las flores de lis de la Princesa María Luisa continúa siendo una referencia en cuando a joyas reales se refiere. La tiara fue realizada por la joyería Kochert de Viena y estaba representada en cinco flores grandes de lis, intercalándose cuatro de menor tamaño. Entre los materiales en los que fue realizada se encuentran diamantes, rubíes y esmeraldas, cuyos colores representan la bandera de Bulgaria.

A pesar de que la Princesa falleció en 1899, antes de que su esposo fuese declarado rey, la tiara continuó en la familia real pasando de generación en generación, preservando la joya a lo largo del tiempo. En 1930 el hijo de la Princesa María Luisa contrajo nupcias con la Princesa Juana de Saboya, la cual se convirtió en la nueva propietaria de la tiara.

En 1946 el nuevo rey de Bulgaria, Simeón II de 6 años de edad, tuvo que abandonar el país junto a toda su familia por presiones de los soldados soviéticos, estableciéndose mediante un asilo político en España desde 1951, donde contrajo matrimonio en 1962 con Margarita Gómez-Acebo y Cejuela, quien fuese una aristócrata de España e hija de un Marqués, la cual lució la tiara flores de lis el día de su boda. Luego de ese momento, son pocas las ocasiones en que se ha visto la tiara en apariciones publica ya que por su gran tamaño no suele ser muy utilizada.

Aunque que este reino no existe hoy día de manera formal, Simeón II y Margarita continúan siendo considerados por muchos como los reyes del mismo, recibiendo en innumerables ocasiones el trato de realeza por parte de las demás casa reales europeas, esto se debe en gran medida a que nunca firmó la abdicación al trono. Además entre los años 2001 y 2005 Simeón II fue Primer Ministro de su país convirtiéndose entonces en el jefe de Estado y máxima autoridad legal y legítima de la nación. Este es el único caso en el cual un monarca destronado recupera el poder político por medio de unas elecciones.

ALFA