Existen terapias psicológicas para el bienestar, que proveen a las personas los cuidados necesarios para que encuentren el equilibrio, la confianza en sí mismas, y se enrumben hacia el éxito. El término proviene del griego “therapeutikós”, que significa “aquel que cuida a otra persona”, sin embargo, el objetivo de las terapias psicológicas no es básicamente “cuidar”, sino facilitar recursos, herramientas y/o estrategias a las personas para logren el bienestar por sí mismas.
Así lo conceptualiza Richard Lazarus (2016) quien sostiene que “el objetivo de la terapia es enseñar a ver los problemas como desafíos y no como amenazas”. Debemos mencionar que dentro de las terapias psicológicas existen las cognitivo-conductuales, la conductual, la analítica cognitiva, la raciona, emotiva-conductual, la psicoanalítica, la interpersonal dinámica y la junguiana, entre otras. A continuación, vamos a explicarles en que consiste cada una de ellas:
Terapias Cognitivo-Conductuales: las cuales se basan en la comprensión del enfoque cognitivo, que representa el pensamiento de cada persona, y del enfoque conductual que representa el comportamiento o conducta de la cada individuo; por lo que su objetivo principal es enseñar la manera como se pueden mejorar los pensamientos, actitudes y comportamientos.
Es así como a través de estas terapias, el terapeuta busca identificar problemas del paciente a través de un análisis funcional, y dar orientaciones para lograr cambios de los patrones de los pensamientos disfuncionales que limitan el equilibrio y el estado de bienestar. La terapia cognitivo-conductual resulta muy eficaz en el tratamiento de depresiones, fobias, trastornos de ansiedad, procesos traumáticos. Cabe señalar que cuenta con una alta tasa de éxito, tal como se ha demostrado a través de un estudio realizado en la Universidad de Boston.
Dentro de estas terapias psicológicas se encuentra la terapia de aceptación y compromiso, empleada en el tratamiento de la depresión, utilizando una serie de ejercicios prácticos para aprender a reconocer los problemas emocionales, saber cómo afectan los pensamientos y los comportamientos; para de esta manera asumir un compromiso auténtico y pleno con nosotros mismos.
Por su parte, la terapia conductual se centra en la búsqueda de las causas de los problemas de conductas aprendidas o condicionadas, para analizar el impacto que tienen sobre las vidas de las personas, siendo muy beneficiosa en los casos de fobias y adicciones. De esta forma, el objetivo se dirige a orientar a las personas a desaprender las conductas aprendidas y reacondicionarse para facilitar los comportamientos saludables e integradores que faciliten el estado de bienestar.
Otra de las terapias psicológicas es la analítica cognitiva, la cual se basa en 12 sesiones dirigidas a mejorar comportamientos y pensamientos distorsionados que ocasionan problemas de conducta. Generalmente se aplica en las áreas de la salud; uniendo las técnicas de la terapia cognitiva con la psicología analítica; para ayudar a las personas a comprender el porqué de sus pensamientos y conductas; a través de técnicas de afrontamiento, el cual podría generar el cambio.
Una de las terapias psicológicas muy utilizadas para lograr el bienestar, es la racional, emotiva-conductual, creada por Albert Ellis, y su principal objetivo es resolver problemas conductuales y emocionales, utilizando la razón con el fin de ayudar al individuo a tomar conciencia sobre sus emociones y los pensamientos destructivos que limitan su vida. De esta manera, el terapeuta provee estrategias para que se adquieran pensamientos constructivos que lo ayuden a superar sus problemas conductuales.
Una de las terapias psicológicas más conocidas es la psicoanalítica de Sigmund Freud, la parte de la premisa de que los individuos manifiestan conflictos inconscientes que tienen su origen en el pasado, principalmente durante la etapa de la niñez. En este sentido, el objetivo del psicoanalista es facilitar la forma para que esos conflictos inconscientes lleguen al plano consciente, haciendo uso de la hipnosis para que el individuo vaya expresando sus sentimientos, y así poder proveer los medios para superar miedos, pánicos y fobias.
Estos planteamientos los describía muy bien Sigmund Freud con su siguiente frase: “las emociones sin ser expresadas nunca mueren. Son enterradas vivas y salen más tarde de peores formas”
Otra de las terapias psicológicas es la interpersonal dinámica, la cual tiene como objetivo la orientación de las personas para que mejoren las relaciones con sus semejantes; facilitando recursos para que se aprenda a interrelacionarse y comunicarse, planteando los vínculos problemáticos y sus causas, para así poder identificar la manera cómo abordarlos.
Finalmente, tenemos la terapia junguiana basada en el análisis de Jung, que es una de las terapias psicológicas eficaces para tratar adicciones, depresiones y la ansiedad; creando situaciones vivenciales satisfactorias para favorecer el bienestar y el crecimiento personal.
Cabe destacar, que el objetivo de Carl Jung era ahondar en el inconsciente de la persona a través de esos arquetipos inscritos en nuestros sueños e incluso en nuestras expresiones artísticas; basándose en la conversación entre el paciente y el terapeuta, con el fin de establecer una relación de confianza y apoyo. En este tipo de terapias psicológicas se recurre a los análisis de sueños, realización de actividades creativas que ayuden a la persona a auto expresarse, pruebas de asociaciones de palabras, entre otros recursos, que ayuden a buscar las razones de ciertos comportamientos que están limitando el bienestar.
ALFA