Comunicarse es una de las principales necesidades humanas y del mundo entero. Es por ello, que se han creado un sinfín de técnicas y herramientas, que permiten facilitar el proceso de integrar a grupos cada vez más numerosos al ritmo de nuestro tiempo. Sin embargo, tales avances traen consigo elementos perjudiciales que se reflejan en la salud.
Definitivamente la tecnología llegó para quedarse, y con ella, una serie de patologías que se generan por el uso excesivo de los aparatos que la componen, y es que informes recientes han diagnosticado una nueva enfermedad que se produce por el uso excesivo de “Whatsapp”, su nombre: “Whatsappitis”.
El primer caso de Whatsappitis fue encontrado en diciembre de 2013 y reseñado en una revista médica. La enfermedad consiste en dolores originados en las manos por el uso desproporcionado de dicha aplicación; la persona que arrojó este diagnostico pasó alrededor de seis horas en el chat de su dispositivo.
Algunos de los síntomas de esta enfermedad son: fuerte dolor en las muñecas, dificultad para movilizar el dedo, imposibilidad de sostener objetos e inflamación. Tal vez parezca un chiste, pero el tema es más serio de lo que se cree, y es que la tecnología está causando estragos en las personas, siendo una de las principales responsables de la aparición de enfermedades físicas y emocionales.
Lograr un proceso de recuperación satisfactorio luego de sufrir las dolencias originadas por la “Whatsappitis” es muy sencillo, básicamente deberá seguir un tratamiento con antiinflamatorios (por supuesto, no sin antes visitar a los especialistas que son los más capacitados para hacer un diagnostico oportuno y verídico), al mismo tiempo que se recomienda la inutilización total del celular por algunos días para garantizar mejores resultados.
Ya es conocida por muchos la expresión “todo en exceso es malo”, y a esta aseveración no escapa la tecnología, es por ello que para su uso deben establecerse límites. Sin embargo, es imperativo conocer algunos mitos y realidades que han surgido acerca de su empleo, como por ejemplo, que las radiaciones emitidas por los teléfonos celulares causan cáncer, tal señalamiento ¡es totalmente falso! Pues no existen elementos suficientes que puedan probar la veracidad de dichas afirmaciones. Otro ejemplo: que los aparatos tecnológicos crean adicción ¡Es cierto! La necesidad de estar siempre al día y en contacto, alimenta el requerimiento de un aparato tecnológico.
Ciertamente los dispositivos móviles simplifican las comunicaciones y además se permiten burlar las barreras que impone la distancia, aun así, es importante usarlos con cautela y saber establecer espacios de tiempo adecuados, que impidan crear efectos nocivos para la salud, ya que están comprobadas las consecuencias negativas del uso excesivo de teléfonos inteligentes o cualquier otro instrumento electrónico.
Es muy importante que se comparta este tipo de información para advertir a las personas de estos males. Felicidades al autor
Muy cierto eso de que “todo en exceso es malo”, y lamentablemente hoy en día se abusa mucho de las cosas dañinas
Muy interesante todo esto, no tenía ni idea de que algo así existía
Gracias por compartir esto, ya mismo le informo a mi hija sobre la enfermedad a ver si así disminuye el uso que le da a su celular
No sabía nada de esta enfermedad, que interesante esta información