Las relaciones sexuales son ese vínculo íntimo por el cual dos personas sellan su amor, en donde experimentan sensaciones de placer tal, que los hace llegar al orgasmo: la forma más elevada de excitación. Tener orgasmos garantiza el cierre de un encuentro sexual satisfactorio por parte de ambos. Sin embargo, existen los casos en donde uno de los pares no llega a dicho nivel de excitación, impidiendo el disfrute y la llegada al clímax. De esto se trata la anorgasmia, veamos a continuación más detalles de esto.
La anorgasmia femenina es una disfunción orgásmica del ciclo de la respuesta sexual en la mujer, que se caracteriza por la ausencia del placer que produce un orgasmo, ya que este no se experimenta, inhibiendo la eyaculación y por ende el orgasmo en cuestión. Se diagnostica con esta disfunción a las mujeres que bajo ningún tipo de estimulación han podido experimentar el clímax y es aquí cuando se presenta en su fase primaria. Es llamado secundario, cuando la mujer ya ha experimentado el orgasmo anteriormente y, por diversas razones, no lo ha podido sentir nuevamente.
Este padecimiento afecta tanto física como psicológicamente a la mujer, por el hecho de sentirse incapacitada para satisfacer los deseos propios y los de su pareja, además de insatisfacción plena durante el encuentro por falta de la excitación necesaria.
Entre las principales causas que dan pie a esta disfunción sexual están: la presión que puedan sentir por parte de su pareja para que lleguen al clímax juntos y la culpabilidad que sienten por disfrutar el sexo a causa de la educación estricta que le inculcaron; esto puede darse inconscientemente y crea una barrera mental. Las enfermedades vasculares como la hipertensión arterial también son un motivo para la anorgasmia. Por otro lado, el cáncer o la diabetes también pueden ocasionar el desarrollo de esta afección, los cambios de humor, la depresión y la ansiedad son factores que, de igual forma, contribuyen a la incapacidad para llegar a ese grado de excitación tan deseado; así como también el consumo de drogas, algunos medicamentos y el alcohol.
Debe saber que esta disfunción sexual tiene sus tratamientos, claro que para la efectividad del mismo, el rol de la pareja se considera fundamental. Para combatirla, primeramente, se debe esclarecer la causa de su origen. En primer lugar, se debe orientar a la mujer en cuanto a la respuesta sexual correcta, ya que muchas de estas disfunciones son causadas por un desconocimiento de las mismas. Luego se considera importante realizarle una entrevista a la afectada para que esta detalle todo lo relacionado con su vida sexual, y así, definir su comportamiento.
Posterior a esto, se realiza la inspección del tono vaginal colocándole ejercicios para aumentar la respuesta de contracción; de igual forma, se le aplica una “electro-estimulación”, para desarrollar una mayor sensibilidad vaginal. Usted no debe pasar por esto sola, para lograr una mejora su pareja debe apoyarla en todo momento.
ALFA