Cuando un Leo se enamora de un Tauro la relación sentimental puede ser muy favorable, la compatibilidad entre un signo de fuego y un signo de tierra está llena de tensiones, pero si logran superar sus diferencias y unir sus fortalezas serán invencibles mientras permanezca la llama del amor encendida, porque el fuego enciende a la Tierra con su llama de intensidad.
La atracción entre un Leo y un Tauro es rápida, desde el primer momento en que sus miradas se cruzan habrá una chispa que puede desencadenar un torbellino de sentimientos, aunque pueden ver y sentir el amor de forma distinta se atraen como un imán; éstos signos son extremadamente tercos, lo que puede generar enfrentamientos y discusiones acaloradas por defender cada uno su punto de vista ante una situación en particular.
La etapa del noviazgo está llena de sentimientos intensos, el cortejo es todo un idilio de romanticismo, Leo siempre despliega todas sus cualidades y encantos para atrapar a su presa, no se rinde muy fácil cuando muestra interés en una persona y aunque Tauro se haga el difícil ante un poderoso ataque de halagos y detalles, Leo logrará cautivarlo con su generosidad y actitud protectora, mientras no convivan juntos su relación será una eterna luna de miel.
Tauro está gobernado por Venus y Leo por el Sol, así que los dos tienen una tendencia a aproximarse, sus coincidencias son lo mejor de su relación, porque ambos son fieles y les gusta brindar lo mejor de sí al otro y a su entorno, suelen ser muy románticos y tienen una gran empatía a nivel sexual; son emprendedores y les gusta pasar buenos momentos de diversión.
Sus diferencias pueden radicar en sus finanzas, a Tauro le gusta ser ahorrativo, para su tranquilidad es importante mantener su seguridad financiera, prefiere ser conservador y vivir bien, con el dinero necesario pero sin ostentaciones, en cambio Leo es generoso, le gusta el lujo y la buena vida, cuando Tauro ve como Leo gasta su dinero en cosas que le parecen triviales, suda frío y siente que le clavan una espina en el corazón.
Los celos pueden en algún momento dominar la relación, sobre todo por los temperamentos que dominan a cada signo, si alcanzan a superar las barreras que los separan y conocerse uno al otro a profundidad gozará de una unión estable.
El carácter de un Leo tiene fama de ser dominante y fuerte, pero cuando está enamorado de un Tauro son unos gatitos sumisos que sólo quieren ser consentidos y mimados; un Leo enamorado de un Tauro busca mucho afecto y quiere ser el centro de atención de su pareja.
Si un Leo y un Tauro se involucran sentimentalmente, la probabilidad de éxito en la relación es muy elevada, el amor los unirá y los hará más fuertes cada día, todas las pruebas que deban afrontar lograrán superarlas con paciencia y voluntad.
ALFA