El Santo Rosario es objeto de devoción para los seguidores de la fe católica, para quienes es símbolo de una de las más hermosas tradiciones: el rezo del rosario. Esta actividad une a comunidades de fieles creyentes para regalar oraciones a la Virgen.
El Santo Rosario comenzó como una tradición recomendada por la iglesia, que incluía la lectura de 150 salmos de David, aunque en aquel entonces solo podían hacerlo las personas cultas que sabían leer. Pero, como la fe está al servicio de todos, la iglesia encontró una solución; quienes no sabían leer podían rezar 150 Avemarías, divididos en 15 decenas: a esta tradición se le conoció como el salterio de la Virgen.
Sin embargo, la difusión del rezo del Santo Rosario comenzó en el siglo XII por Domingo de Guzmán, un sacerdote español que fue al sur de Francia para tratar de convertir a los que se habían apartado de la iglesia. Cansado de ver el aumento de los pecados en la gente, se dirigió al bosque a rezar y ahí fue testigo de la aparición de la Virgen, quien recomendó el rezo de su salterio como una forma de transformar las almas descarriadas.
Ante el descubrimiento, Domingo de Guzmán o Santo Domingo se dirigió a la catedral de Toulouse en donde convocó a la gente para escucharlo, pero en pleno discurso se desató una tormenta torrencial y en eso momento los presentes pudieron ver la aparición de la Virgen. Ante la sorpresa, Santo Domingo comenzó el rezo del salterio y todos fueron testigo del cese de la tormenta.
De la misma forma, pero años más tarde, Santo Domingo volvió a presenciar la aparición de la Virgen, justo antes de iniciar su discurso en la iglesia de Notre Dame en París, por la celebración de la fiesta de San Juan. En esa oportunidad la Virgen le recomendó que cambiara su sermón por el rezo del Santo Rosario, explicándole lo mucho que le gustaba a Dios, porque recordaba 150 veces el momento en que María aceptaba a su hijo como el Mesías. En consecuencia, los católicos comenzaron a rezarlo, haciendo todo lo posible por alejarse del pecado.
Sin duda, Santo Domingo fue un constante difusor del rezo del Santo Rosario entre los creyentes, pero tras su muerte en 1221, la tradición fue quedando en el olvido y no se retomó sino hasta el año 1342, cuando el fraile Alan de la Roche presenció una aparición de la Virgen en la que pedía que reviviera la tradición para acabar con la peste negra , que en ese momento azotaba Europa.
El fraile Alan de la Roche, quien pertenencia a la frailes dominicos, comenzó la propagación junto con otros frailes y a ellos se debe la elaboración del rosario con la forma con la que lo conocemos hoy en día.
El rezo del Santo Rosario se hace en cada iglesia del mundo, cuando los creyentes tengan a bien invocar a la Santa Madre de la Iglesia. Sin embargo, esta importante tradición se celebra de forma especial, el primer domingo de octubre con la celebración del día de Nuestra Señora del Rosario.
ALFA