El Tarot es efectivo porque a través de la correcta lectura o interpretación de sus arcanos se pueden conocer fragmentos del futuro o tener nociones de su destino más inmediato; y ello puede servirle, bien para corregir defectos como para potenciar actitudes positivas. En esta oportunidad aprenderá a reconocer el significado del Arcano XVIII, La Luna, para utilizarlo en su vida.
Esta carta simboliza la oscuridad, la indecisión, la volubilidad y las veleidades, los súbitos cambios de carácter y las inexplicables transformaciones. La Luna, más y mejor que nadie, es “lunática”, término que se define por sí mismo y cuyo significado conocemos todos. Simboliza desde una perspectiva mitológica a las diosas Artemisa, Diana, Isis, Hécate y Zaruna.
Cuando este arcano aparece cabeza arriba (sépase que de todos los naipes del Tarot, es el más difícil de interpretar porque en ocasiones, incluso, resulta imprevisible, lo que obliga a estudiar con mucha atención el resto de las cartas que lo acompañan en la tirada) refleja, por lógica y de entrada, la versatilidad, lo cambiante, la variabilidad, lo inesperado, las fuerzas ocultas, la influencia de la Luna y del inconsciente en el comportamiento del ser humano.
En conjunto, no es un naipe positivo sino conflictivo. Siempre está relacionado con problemas, fricciones, inestabilidad en el hogar o en la familia, ensueños lunáticos, irrealidades, ilusiones que no tienen el menor sentido, situaciones fantasiosas o utópicas, tendencia a admitir todo aquello que nos dicen por absurdo y descabellado que sea. Al mismo tiempo, advierte falsedades, abusos de confianza, frustraciones familiares, supersticiones, y así, hasta completar una larga lista de negatividades.
Cuando este arcano aparece cabeza abajo, advierte en principio de un estado pasajero de alteración nerviosa o mental. También se refiere a fallos personales o profesionales cometidos por irreflexión, apatía o dejadez. En esta postura invertida, La Luna atenúa en parte, sólo en parte, los efectos negativos mencionados anteriormente.
Desde la vertiente sexual, adjudica conciencia a la persona de su debilidad a la hora de correr precipitadamente detrás de amores ilusorios, peligrosos e inestables. Habla también de relaciones secretas o amores enfermizos que pueden causar graves quebrantos en nuestra salud mental.
También señala la falta de responsabilidad en la conducta sexual, carencia del sentido común en el instante de elegir pareja, amores que acabarán volviéndose contra usted misma y fuerte atracción por los contactos prohibidos, atendiendo más a la llamada física que a las consideraciones ético-morales.
En conclusión, si esta carta aparece en su tirada, tome previsiones y sea cautelosa, ya que significa volubilidad, indecisión, oscuridad, traiciones, malas influencias y negatividad. Si aparece cabeza abajo simboliza decepción, aunque en menor grado si es advertida a tiempo; errores corregibles e imponerse a las pasiones.
ALFA