El paso del tiempo nos enseña que los estilos pueden regresar cuando han marcado tendencia de manera especial, también, haciendo una cronología de la moda en siete décadas donde el vestido, telas, diseños, zapatos, bolsos, después pueden lucir ridículos, un ejemplo de ello pueden ser los bañadores de los años 20.
Los trajes femeninos en los 50 eran sobrios y con mucha tela, estampados de flores grandes, cinturones de 2 centímetros de ancho del mismo material, straples ceñidos sin corte en la cintura, y falda acampanada, también la elegancia se hacía notar con camisas manga ¾, falda ceñida totalmente al cuerpo por debajo de la rodilla, tacones finos y cartera pequeña o tipo sobre; en eventos como bodas, graduaciones, bautizos, se llevaba sombrero y guantes en combinación.
El plisado de las faldas en los años 60, se convirtió en el consentido, inclusive los uniformes de los colegios iban así, se conservaron las tendencias de la década anterior pero la falda subió hasta ubicarse sobre la rodilla, se populariza el jean de colores variados, la falda pegada siguió siéndolo pero recta en su parte baja para perder un poco ese estilo barquilla; hacia mediados de los 60´ comienza a desaparecer el uso de sombrero sobre todo en las viudas, que lo usaban con un pequeño velo.
Los años 70 traen consigo muchos cambios en las rancias costumbres existentes, la aparición de las colonias hippies comienzan a invadir su estilo particular; aparece la tela de bacterias, pantalones bota ancha, collares, se popularizan las discotecas, zapatos de tacón grueso y plataforma de 3 centímetros, se introduce el uso de la minifalda y los modelos bajan de la cintura hasta la cadera; llegamos al 80, y conservando el estilo anterior, vuelven los vestidos llenos de coquetería de colores pastel, tacón tipo “bizcocho”, mangas anchas y con hombreras y se acentuó el uso de pantalón de corte recto.
En los años 90 se mantiene la misma tendencia sin mucha variación excepto por la comodidad en el vestir, recurrir al uso del traje deportivo con zapatos del mismo estilo, el empleo de chaquetas apoyando el vestuario un poco relajado, con el propósito de darle un tono de formalidad al atuendo.
Así, llega el nuevo siglo, pleno de incertidumbres en el que no importa la moda, ni largo de la falda, sólo lo que es más cómodo y económico, hasta el 2010 sólo para trajes de gala ha habido un cambio importante, ya que las gasas y trajes transparentes han tratado de presentarlos como tendencia elegante pero se recibieron como sinónimo de mal gusto por los mejores diseñadores.
No importa cuánto tiempo pase, escoja de la moda sólo lo que se le vea bien, hay prendas hechas para las modelos que las van a exhibir, pero ni usted posee su figura, ni su edad, o color de cabello, ni el ambiente donde un fotógrafo profesional hace las tomas, eso hará la diferencia; le sugerimos estar abierta a probar antes que a desechar.
ALFA