Es común entre las personas, desearse el éxito y la prosperidad, y no nos percatamos que son dos aspectos que van unidos de la mano, porque obtener el éxito es sentirse prospero, pleno, feliz, agradecido por los logros alcanzados. Tu puedes cubrirte de prosperidad de muchas maneras, por lo regular, asociamos la prosperidad con bienes materiales, y esa gran riqueza que logras acumular con el pasar de los años.
Pero puedes sentir la prosperidad desde otros ámbitos, en lo personal, emocional y espiritual. Todos tenemos el poder de sembrar y cosechar un mundo próspero para nuestros hijos y todos los seres que nos rodean. Pero solo esto lo adquieres cuando te llenas de energía positiva, activando tu vitalidad, tu dinamismo y fuerza de voluntad por alcanzar lo que quieres.
Tu signo zodiacal puede marcar la diferencia, ya que este te representa, y en cierta forma, marca tus emociones. La prosperidad no se encuentra como una aguja debajo de un tapete, la prosperidad se siembra.
Los signos zodiacales en cada día de tu existencia terrenal, reflejan lo que el cosmos tiene asignado para ti, bien sea en el plano laboral, de la salud y sentimental. La gran mayoría de las personas son asiduos creyentes del mundo oculto, y enigmático, que guardan los doce signos del zodíaco; que representan doce personalidades con características y actitudes diferentes.
Sus compatibilidades y los planetas que los rigen asignan tu identidad desde el mismo momento en que naces; los signos están regidos por un elemento que los individualiza. Los elementos agua, aire, tierra y fuego son los que temporalmente gobiernan tus emociones, adjuntándose las dos polaridades positivas y negativas.
Un signo positivo emisor, como es el amor, que es activo, masculino, yang, diverso y divino, se asocia con el negativo, que es el receptor, pasivo, femenino, ying y nocturno. En este sentido, cada signo encaja en sus tres modalidades, dando espacio a tres grupos de cuatro signos, asignándole a cada uno, una cualidad. Es interesante como cada signo del zodiaco, enmarca y describe la personalidad de cada persona.
Aunque no creamos en el horóscopo, cada persona conoce su signo, y aunque no desee saber o profundizar acerca de su destino, mantiene a cada instante la expectativa de: ¿cómo será su vida transitoria en este planeta? Todos tenemos la inquietud de conocer ese mundo de prosperidad que nos espera, y ¿cómo nos va a ir en el plano profesional, sentimental y la salud?
En relación a este punto sobre la prosperidad, y a la que me remito, esta no tiene que ver con tu signo o el de otra persona. Para que seas próspero, debes equilibrar tu energía, no es cuestión de ser positivo o negativo. Se tienen días buenos y malos, la prosperidad la construyes tú mismo, con tus pensamientos, tus emociones y planteándote nuevos retos que te ayuden a lograr una estabilidad.
ALFA