Aunque parece una experiencia reservada para mujeres más jóvenes, gracias a la tecnología de este siglo, ser madre a los 40 se ha convertido en un reto posible de lograr, y la proyección hacia el futuro, parece indicar que con los indetenibles avances en medicina reproductiva, cada día será más común que mujeres mayores de 40 se sumen a la experiencia de ser orgullosas madres primerizas. Pudiéndose tomar como ejemplos, caras conocidas y famosas como Ana Rosa Quintana, Nicole Kidman o la espectacular Madonna, quienes han presumido poder ser madres en edades en las que pudiesen ser abuelas. No puede entonces, existir la menor duda de que los tiempos ya han cambiado de manera estruendosa y la maternidad cuarentona se ha hecho una tendencia estadística.
La mayoría de las mujeres de hoy en día han intentado lograr otras metas en su vida antes de realizar una familia, ya que han estado más preocupadas de sus estudios universitarios, su buen desenvolvimiento profesional o el logro absoluto de su independencia económica. Aunque, hace veinte años atrás una mujer que quedaba embarazada a los cuarenta, era un caso totalmente excepcional, en la actualidad es común ver como aumentan las cifras. Siendo España uno de los mayores ejemplos de ello, registrando más de doce mil nacimientos al año, con madres de 40 años.
Sin embargo, no todo es color de rosa y quienes estén interesadas en ser madres a esta edad, deben saber que este tipo de embarazos tiene muchos riesgos. Aunque, el mundo de la medicina se ha dado a la tarea de adaptarse a esta época, desarrollando numerosos métodos de fertilización y exámenes de prevención que pueden permitir, realizar el hermoso sueño de ser madre. Convirtiéndose en el método más avanzado y de mejores resultados la reproducción asistida.
Ahora, desde un punto de vista más emotivo, se puede decir que las mujeres mayores suelen estar mucho más preparadas para afrontar esta hermosa tarea, en comparación a una jovencita, ya que el criar a un pequeño bebé abarca muchas responsabilidades y lo más impresionante es que todas las mujeres mayores, que han vivido tal experiencia han asegurado sentirse rejuvenecidas.
Las estadísticas de las mujeres españolas han demostrado que la edad media de las madres supera a los treinta y cinco años, y va en un constante aumento el número de mujeres primerizas a los 40; en cambio, en los años setenta, las mujeres buscaban ser madres a los 26 años. Lo mejor para ser una madre a los cuarenta es reconocer sus miedos, para así darle espacio al placer de la relación que existe entre una madre y un hijo.
Sin duda alguna, los cuarenta pueden ser ese momento justo y preciso para que una mujer tenga un hijo, teniendo en cuenta que siempre se albergarán grandes expectativas en el proceso; aunque, nunca se debe esperar ser una madre perfecta o sentirse culpable por haber pospuesto la maternidad, ya que, llevar esta hermosa labor lo mejor que se pueda, siempre será el mejor ejemplo para los hijos.
Me encantó el artículo, está muy interesante
No le digo que no, pero por ahora que aún tengo lejos los cuarenta me parece cuesta arriba
Siento que es volver a empezar, pero si una mujer no ha tenido hijos, y quiere permitírselo, bravo