Suele pasar que conocemos a esa persona que nos atrae y pensamos que es la pareja perfecta. Creemos que hemos encontrado todo lo que buscábamos e incluso aseguramos que la relación será para toda la vida. Nos enamoramos y todo marcha de maravillas. Nada de lo que diga o haga nos causa molestia; pero el tiempo transcurre y poco a poco, todo aquello que nos parecía perfecto comienza a verse distorsionado, lo que da paso a las discusiones y conflictos que nos encaminan a una crisis de parejas.
Vivir sumergidos en este tipo de situaciones genera que la relación sufra importantes fracturas, y tratar de sobrepasar todos esos conflictos se vuelve una tarea casi imposible. Para evitar llegar a ese punto en el que no se pueda hacer nada, es importante estar atento a esas señales que nos indican que algo dentro de la relación no está funcionando bien, y así poder tomar los correctivos necesarios para salvar la unión.
Pues bien, uno de los principales signos de alerta es esa sensación de eterna incomodidad acerca de todo lo que tenga que ver con la otra persona, desde lo que dice hasta lo que hace. Se llega a un punto en el que todo es un problema, molestándonos más de lo habitual y generando situaciones conflictivas que, irremediablemente, nos indican que la relación está pasando por un mal momento.
Asimismo, otra de las señales de una crisis ocurre cuando comenzamos a realizar críticas destructivas, estas vienen llenas con desprecio, enfatizando despectivamente todo aquello que hace, porque nos parece mal, solo con la firme intención de atacar al otro. Sin lugar a dudas, es un indicio de que el amor se está desvaneciendo.
De igual forma, cuando la intimidad en la pareja es dejada de lado, es una clara señal de que algo no anda bien; es razonable que con el pasar de los años y la cotidianidad, los encuentros íntimos y la fogosidad disminuyan un poco, pero cuando algo tan importante y necesario en una pareja como es el sexo, casi no exista, nos indica que deben encenderse las alarmas, porque nuestra relación se va a pique.
Y si aunado a todo esto, no existe la comunicación en la pareja, es hora de tomar cartas en el asunto. Cuando la única interacción que se tiene es para criticarse y menospreciarse, se levanta un muro entre ambos, y pueden pasar hasta meses sin hablarse, ya en este punto la crisis es casi irremediable.
Definitivamente, si se quiere salvar la relación de pareja, es imprescindible que ambos tomen las riendas para superar los conflictos, abriéndose a la comunicación para que, desde allí, se puedan generar los cambios que permitan rescatar aquello que se ha perdido con el pasar de los años.
ALFA