Cada especie animal tiene un gran poder sobre nosotras. Desde la prehistoria la relación animal-humano ha existido, no solo somos parientes biológicos; sino también hermanos espirituales. Cada individuo tiene su animal espiritual y de poder con el que mantiene una conexión mental; como decía Don Juan Matus: “siempre llevará consigo un espíritu, su otro yo”.

Los animales anímicos son energías distintivas que la mente requiere representar simbólicamente para poder comprender misteriosos mundos, ellos la protegen y le transmiten conocimientos, además, de reforzar las cualidades que posee cada ser. Generalmente las personas tienen una animal favorito al que admiran por su fuerza o habilidad, quizás ese sea un indicio al sentirse identificada con su criatura espiritual; aunque se dice que usted no puede elegirlo por sus propios medios, según antiguas creencias él es quien la elige.

Ellos logran ayudarnos a sentirnos en sintonía con el planeta y guiarnos para tomar decisiones correctas en la vida, ojo, no tiene que ser necesariamente un animal exótico, pueden ser mamíferos, reptiles, insectos o aves.

Ahora bien, usted se preguntará: ¿cómo saber cuál es mi animal espiritual? Sencillamente él la elegirá debido a que siempre estará en sus sueños, en ocasiones se siente atraída por su aspecto físico y destrezas o porque lo mira frecuentemente a donde quiera que va. Por ejemplo las personas que se identifican con la tortuga, son mujeres sobre protectoras, cautelosas, que actúan con paciencia ante una circunstancia; usar la energía de ella la ayudará a conseguir equilibrio en su vida, son esas damas que llevan toda la carga de su familia con el fin de verlos felices.

Si piensa, sueña o se identifica con el gato, entonces usted es una mujer independiente y liberal; quizás se sienta energizada por la luna, probablemente opta por quedarse con alguna persona hasta el momento en que se fastidia y entonces dices ¡basta!, se da media vuelta y se retira. Es aquella que tiene gran talento para organizar y dirigir proyectos.

Por otro lado está el caballo, al igual que el perro y el gato es uno de esos animales que ha hecho una sociedad con la humanidad; ya que durante millares de años nos ha ayudado a llevar nuestras cargas, cultivar cosechas y hasta luchar en las batallas. La sabiduría de esta fiera enseña cómo aprovechar el yo interno para enriquecer nuestras vidas, además de aumentar la autovaloración.

Cuando se exhorta el poder de un animal, se está llamando a estar rodeado de una completa fortaleza de la esencia de esa cría, es decir, adquirir comprensión de esos hermanos para un proceso de curación que debe ser afrontado con humildad y sobre todo mucha intuición.

Es momento de hacer conexión con su animal espiritual, definitivamente se va a sentir en armonía con la naturaleza y el universo; apodérese de la fuerza y el poder de su criatura, compleméntese con la fuerza de su hermano ancestral, fiel compañero y guía.

ALFA