La medicina energética es aquella que sana su cuerpo a través del campo físico, mental y espiritual; porque considera los elementos tangibles y etéreos del ser humano. Esta medicina reconoce que la buena salud está en concordancia con el significado energético más intenso de las personas sobre el cuerpo, aceptando que la mente es su guía primordial y dominante, por lo tanto, el cuerpo y el alma deben ser evaluados de igual manera y admitir que están estrechamente unidos por un ente extensivo llamado sociedad, otros seres vivientes llamados naturaleza y el cosmos que comprende el universo.
Por tratarse de la medicina más antigua del mundo, el estudio e investigación de los científicos chinos, precursores en este campo, no fue un acto solitario, porque otras tradiciones también reconocieron la energía vital, entre ellos los hindúes prana y griegos pneuma; sin embargo en el occidente el doctor Wilhelm Reich, (1897-1957), descubrió la misma energía que llamó orgónica, cuyo objetivo es el estudio de esa fuerza en los seres vivos, su entorno y el mundo.
Para entender la relación entre energía, cuerpo y “psique”, pensamos en una planta: las raíces y el tronco son la energía vital, las ramas principales son el cuerpo, acompañado de procesos conscientes e inconscientes de la mente humana; imaginar una sin la otra es absurdo, esto significa, que el vínculo que usted mantenga con la realidad de sus pensamientos, es el principio fundamental al momento de estudiar sus padecimientos; ya que nuestro cuerpo es una fuerza vigorizante en perenne variación, coordinado por una disposición que está evaluándolo a cada momento, se trata de la llamada conciencia.
Esto significa que la forma de pensar, actuar y expresar sus ideas en determinado momento, es lo que muchas veces obstaculiza la recuperación de la afección que padece; impulsándole en reiteradas ocasiones a enfermarse, por eso la medicina energética admite la relevancia que tiene el influjo de la ideología en la persona, buscando entrar en sus fundamentos y orígenes, no solo para observar las manifestaciones que emite el cuerpo, sino para centralizarse en eliminar los síntomas restaurando el equilibrio armónico.
Existen diferentes prácticas de aplicación de la medicina energética tales como la acupuntura, en la cual se utilizan agujas que se insertan en puntos del cuerpo para tratar las enfermedades; la remodelación biológica que evalúa los estados de salud en el organismo; el método “Mora” que es un procedimiento donde se toman las ondas indeseables del organismo aumentándolas o disminuyéndolas; el sistema “reiki” que es una imposición de las manos para curar al paciente a través de la energía del propio cuerpo; la reflexología que estimula los puntos sobre los pies, manos, nariz y orejas aplicando masajes.
Desde el amplio campo de la medicina energética, se desprenden variedad de alternativas, logrando poner fin a múltiples enfermedades y dolencias que le permitirán disfrutar de una vida llena de salud física, mental y emocional.
ALFA