La sala de Ámbar es una de las creaciones más hermosas que ha podido instaurar el ser humano y convertirlo en parte de una gran historia. Imagínese un gran salón hecho tan brillante como el oro; su belleza encanta a todo aquel que haya tenido la suerte de visitarlo. En la actualidad se encuentra en San Petersburgo, situado en el Palacio de Catalina, nombrado como uno de los salones más valiosos del mundo por su arquitectura elaborada en Ámbar en el año 1701 por grandes artesanos alemanes, su valor sobrepasaba el precio del oro y su construcción tardó alrededor de seis años en ser terminada.
Este salón fue hecho completamente con piezas únicas de ámbar, oro, espejos increíbles e incrustaciones de piedras preciosas. Su origen auténtico, es el Palacio Real situado en Berlín; llamado también ‘‘Cámara de Ámbar’’. Fue remodelado muchas veces, hasta convertirse en una cámara bastante amplia que superaba los cincuenta metros cuadrados; llegando a poseer toneladas de ámbar con los que importantes figuras de la historia quedaron hechizados por su brillo, designándolo como ‘‘la octava maravilla del mundo’’.
Su intrigante historia viene de su traslado, ya que luego de encontrarse en Berlín, fue situado en la residencia del zar Pedro, quien había quedado impactado con este; siendo Federico Guillermo de Prusia, quien decidió obsequiárselo para estrechar relaciones de ambas naciones. Este salón fue instalado en el Palacio de Catalina en San Petersburgo (su actual residencia), morada en la que permanecían los Zares de Rusia en verano, donde se dedicaban a pasar el tiempo y descansar. La ‘‘Cámara de Ámbar’’ era todo un monumento del arte, toda su belleza fue bien conservada durante un largo periodo a pesar de las guerras y revoluciones.
Durante la Segunda Guerra Mundial, el Gobierno soviético intentó vaciar el Salón de Ámbar para transportarlo a Rusia, así como se había hecho con otras obras de gran valor artístico. Este hecho no pudo ser cumplido, debido a que con el pasar de los años, el Ámbar se había debilitado, algo que hacía imposible el traslado de sus piezas sin que alguna de estas se estropeara. Una técnica inteligente que decidieron utilizar para intentar conservarlo y que no fuera robada, fue cubrir la Cámara, pero, esto no funcionó, ya que el gobierno del tercer Reich, le había puesto el ojo mucho antes y ya tenían un plan para que esta fuera saqueada.
Como podemos ver esta ‘‘Cámara de Ámbar’’, tiene muchísima historia en su trayectoria, distintas hipótesis cuentan que sus piezas fueron vistas por última vez en un barco alemán, pero otras leyendas indican que este salón fue destruido en su totalidad. Recientemente, en el año 2003, este fue reemplazo por una copia en el Palacio de Catalina. ¿Cree usted que sigan existiendo piezas de esta obra de arte en el mundo?
ALFA