La joyería incluye una extensa gama de opciones para lucir, desde anillos, gargantillas y brazaletes hasta relojes, los cuales pueden ser sencillos, ostentosos, extravagantes o creativos. Lo curioso es que muchas veces las piedras preciosas pueden ir tanto por dentro como por fuera. Sí, los relojes pueden ser valiosos aun cuando no se vean las joyas que lleva por fuera. A continuación conocerá como la creatividad y el lujo ha formado parte de los relojes con joyas.

Se dice que las mujeres se adueñaron del reloj de pulsera desde el siglo XX, por lo que inevitablemente las piedras preciosas han sido parte de ellos y han visto pasar generaciones a través de sus delicadas muñecas. Sin embargo, en la actualidad las mujeres apuestan por la comodidad, practicidad, moda y creatividad.

Cuando se habla de creatividad en el diseño de los relojes, no solo se hace referencia al diseño externo, del cual se pueden conseguir modelos que desafían el modelo conservador y que le han dado una nueva concepción; sino también la parte interna, en lo que se refiere al complejo sistema de engranaje que lo hace funcionar.

En el diseño externo hay gran variedad de opciones de las casas de joyería más prestigiosas del mundo, las cuales ofrecen piezas en oro rojo, blanco o amarillo, fondos de nácar, coronas tipo cebolla, esferas lacadas y la posibilidad de poseer piezas únicas, de las cuales se hacen menos de 100 ejemplares en el mundo.

En cuanto al diseño interno, debe hablarse del mecanismo. En él existen dos tipos de movimientos, mecánico o electrónico; en los primeros la principal fuente de energía es un resorte, mientras que el segundo hay pocas piezas móviles, solo ayudado por un cristal de cuarzo. Ahora bien, las joyas fueron incorporadas en los relojes para reducir el choque entre los puntos de mayor desgaste. Es decir, cuando las partes metálicas entran en contacto y el aceite que los engrasa se consume, puede causar daño a los pivotes (pieza interna del reloj) y cojines rápidamente y su reparación resulta más complicada.

A fin de evitarlo y disminuir la fricción entre estas dos piezas metálicas, los relojeros introdujeron piedras más duras que se desgastan con menor rapidez, como: diamantes, zafiros y rubíes. Las dos últimas son más económicas que los diamantes y pueden crearse sintéticamente.

 

Sin embargo, un reloj que posee mayor número de joyas, no garantiza una mayor calidad. Pero, si existe relación entre la calidad del reloj y la calidad de las piedras en su mecanismo, aunque sean unas pocas. Un reloj con joyas permite una transferencia eficaz de la energía entre el muelle espiral principal y la rueda de escape, lo cual garantiza un funcionamiento óptimo, por lo que es recomendable seleccionar modelos que tengan al menos 15 piedras.

Finalmente, aunque los relojes de pulsera comenzaron a fabricarse a fines del siglo XIX, los mecanismos se han vuelto cada vez más sofisticados, por lo que usted podrá escoger si desea joyas por dentro o por fuera.

ALFA