Quebec es una provincia de Canadá que ofrece un paraíso multicultural, lleno de historias, monumentos y espacios que guardan un significado arraigado en sus antepasados, quienes dieron base y forma a lo que actualmente es esta ciudad, es considerada la más grande del país con un total de 8.002.098 habitantes y una superficie de 1.667.441km2.
Su idioma oficial es el francés, esto a partir de su colonización que se llevó a cabo en el siglo XVI, en donde se asentaron y decidieron establecer la ciudad que fue nombrada “La Nueva Francia” a mediados del siglo XVII, tiempo después durante la guerra de los siete años entre Francia e Inglaterra, el dominio francés fue removido de la zona, y tomado por el poder británico para el siglo XVIII.
Sin embargo, los ingleses con el fin de ganar la lealtad del pueblo, permitieron que se mantuvieran las estructura fundamentadas previamente por la sociedad francesa, por ello el idioma francés y la religión católica se reafirmaron como parte la de sociedad Quebequense, mientras que su arquitectura central parte de los principios y líneas europeas.
Ahora bien, el inglés como idioma también supo calar y formar parte de Quebec, así como la aún presente lengua nativa de las comunidades indígenas que antes de la colonización ya hacían vida en estas tierras, a las que llamaban Kebek, todo ello brinda una autenticidad inherente a sus orígenes que resulta en un atractivo especial no solo para los visitantes sino también para propios.
Esta provincia es conocida por estar dividida en las llamadas vieja y nueva Quebec, estas son separadas por una colina que tras su altura convergen una cultura que para 1791 destacada por ser anglosajona la Quebec nueva y francófona la Quebec baja o antigua.
Esto hasta el siglo XX cuando en un tratado se estableció que ambos idiomas harían vida por igual en ambas partes de la provincia, en las que destacan museos, plazas, una vista del hermoso río san Lorenzo y un gentilicio mágico que acompaña la experiencia de conocer este hermoso lugar.
Obsequia maravillas arquitectónicas como el que seguro es uno de los hoteles más conocidos y admirados en el mundo, el Château Frontenac, que derrocha belleza en sus estructuras clásicas comparadas con antiguos castillos, e imponente decoración que transporta al más antiguo y reluciente origen de la elegancia, todo en una obra.
Espacios naturales que parecen salidos de cuentos de hadas por sus impactantes colores y exuberancia, como la que se evidencia en las caídas de agua de 83 metros en las cascadas de Montmorency, curiosidades como que es considerada la única ciudad amurallada presente en Norteamérica, que actualmente posee en buen estado varias de sus puertas originales, por ello fue nombrada Patrimonio de la Humanidad en 1985 por la UNESCO, esto y mucho más podrá conseguir en Quebec, esa tierra en la que los franceses vieron gran potencial y hoy es epicentro de una atractiva cultura mixta.
ALFA