Si este verano no tiene más remedio que pasar las vacaciones con sus suegros, tenga en cuenta algunas consideraciones para evitar un desastre. Son muchas las razones que le pueden llevar a viajar con su familia política, pero también muchos los problemas que podrían surgir al pasar tanto tiempo juntos.
Muchas veces la situación económica le lleva a compartir las vacaciones con su familia, en otras ocasiones, son los mismos suegros quienes planean esta pequeña trampilla para conocer a la persona que sale con su hijo. Todo el mundo sabe lo difícil que es sobrevivir a unas vacaciones con los padres de su pareja; salvo algunas excepciones, la mayoría del tiempo es parecido a una pesadilla.
Si es la primera vez que viaja con ellos, puede que le ataquen los nervios y desee cancelar el viaje, pero no debe perder la calma. Si por el contrario ha viajado un montón de veces con sus padres pero siempre termina mal, estos consejos le ayudarán a pasarla mejor este verano.
Es importante pasar tiempo en familia, pero no debe sentirse culpable si de pronto se le antoja leer un libro o hacer una caminata con su esposo mientras ellos juegan cartas o ven televisión; eso no le convertirá en una persona ermitaña u odiosa. No debe olvidar afrontar la situación con positivismo. Puede que pasar tiempo con sus suegros no le emocione exactamente, pero recuerde que sus niños y su pareja estarán contentos de verlos y compartir tiempo en familia.
Si lleva una actitud negativa y va predispuesta a que todo salga mal, se sentirá de mal humor y sin ánimos de hacer nada. Cuando su suegra empiece a decir comentarios que le hacen daño, o esté por desatarse una discusión, ponga su mejor sonrisa y salga al aire libre para despejar su mente. Antes de empezar sus vacaciones hable con su esposo o novio de la posibilidad de pasar tiempo a solas con él para relajarse o liberar tenciones.
Adáptese a sus costumbres. Cada familia tiene una forma distinta de jugar al monopolio, cada familia compra un periódico distinto, en cada familia se compra una determinada marca de alimentos o se ve determinada cadena de televisión; no espere llegar a cambiar su forma de vida o imponer su estilo sobre el suyo. ¡Ni se le ocurra cuestionar los ingredientes de su comida!
Lleguen a un acuerdo con antelación de los lugares a los que desean visitar, los restaurantes en los que quieren comer o el lugar en donde se alojarán. Recuerde que es de suma importancia que las necesidades de todos estén cubiertas; las suyas, las de su pareja, las de sus padres e incluso las de los niños, si los tienen.
No siempre este evento tiene que ser una catástrofe, debe verle las ventajas a las cosas. Si desea pasar una noche romántica con su esposo o salir a bailar, sus suegros podrían cuidar a los niños por una noche o dos. O bien puede aprovechar este momento para acercarse a ellos. ¡Disfrute!
ALFA