Se dice que el futuro aún no existe, pero lo que algunos no conocen es que existe un lugar el mundo donde el futuro se convirtió en una leyenda del presente, el pueblo fantasma de San Zhi, al norte de Taiwán. Una ciudad extraña y maravillosa, dotada de una atmosfera futurista, donde casas modulares con formas de platillos voladores, se articulan en torno a núcleos de hormigón y estructuras de fibra de vidrio para definir la arquitectura predominante.
Aunque no se le considera un pueblo sino una urbanización, este proyecto urbanístico, diseñado por el arquitecto Matti Suuronen y construido a las afueras de Taipéi, fue pensado como un complejo vacacional para militares estadounidenses y personas acaudaladas de Taipéi, iniciando su construcción en 1978. Pero pronto, el futuro y progreso de esta prometedora joya turística se vería opacado por una serie de situaciones, algunas extrañas y otras tal vez no tanto, lo que provocaría que dos años después, se detuviera su construcción permanentemente por lo que nunca llego a ser habitada.
Una de las circunstancias que mayor impacto tuvo en el abandono de esta obra fueron los accidentes laborales ocurridos durante la construcción, a pesar de cumplir con las más estrictas medidas de seguridad. Lo que provocaría que decenas de trabajadores perdieran la vida en extrañas circunstancias. Muertes que, según los lugareños, habrían sido atribuidas al inquieto espíritu de un legendario dragón chino, despertado al dañar una sagrada escultura de dragón ubicada en la entrada del complejo, liberando con ello una maldición.
Otra leyenda similar cuenta que, tras la muerte de algunos obreros, aquellos que aún trabajaban en la obra eran atormentados por los fantasmas de sus compañeros, provocando que abandonaran el proyecto por miedo a sufrir el mismo destino. No obstante, hay quienes aseguran que los fantasmas que atormentaban a los obreros también pertenecían a soldados holandeses, que historiadores habrían sido enterrados en el lugar de la construcción, durante la época en que Taiwán fue una colonia holandesa.
Una tercera versión de la historia, y la que parece más apegada a la realidad, es la que nos dice que el proyecto fue abandonado cuando la empresa “Sanjhih Twonship”, responsable por la construcción de las casas, se declaró en bancarrota y, aunque se hicieron esfuerzos para conseguir financiamiento, la falta de inversiones término sepultando el proyecto. Muy a pesar de las circunstancias que llevaron a esta ciudad futurista a la soledad y al abandono, el pueblo fantasma de San Zhi, como se le conoce en todo el mundo, se convirtió rápidamente en un destino muy popular entre los turistas, por su arquitectura original, el ambiente misterioso y la maravillosa vista del océano.
Definitivamente, un lugar que muchos quisieran visitar, aunque en la actualidad no es posible, ya que, a pesar de las solicitudes de varias organizaciones de mantener por lo menos un edificio como museo, este fue completamente demolido el 29 de diciembre de 2008 borrando su existencia, pero dándole con ello más fuerza a su leyenda.
ALFA