Lunes, 18 de enero de 2016. En Colombia, existe un pueblo donde viven solo 200 personas de una sola familia; ya que solo se casan entre primos y reproduciéndose entre ellos durante dos generaciones. Antioquia, es el nombre del pueblo, y se encuentra en el medio de una vasta vegetación; cuyo único acceso para llegar es un angosto camino de barro y tierra. El matrimonio más antiguo de este grupo de campesinos y trabajadores, quienes llegaron hace 150 años a la vereda de Amaranto, es el de Luis Vanegas Galeano y Alba del Jesús Galeano Henao, padres de 11 hijos y más de una decena de nietos.
Alba del Jesús, tiene 85 años de edad; y todavía recuerda el permiso que le habían pedido al Obispo del Jericó para poder casarse a través de la curia de Ciudad Bolívar, un pueblo pacífico del Suroeste de Antioquia. Ante la petición, el Padre les impuso una penitencia de cincuenta Padres Nuestros, 20 Rosarios y seis confesiones. “No había nada que hacer, nos enamoramos, así fue mal visto. Es que fuimos criados en la misma vereda y nos veíamos casi a diario, por eso resultamos casados; de estar tan cerca, tan apegados, pero también había algo, una atracción”, comentó Alba.
“Porque a pesar de que yo fui a Medellín unos meses, no me fijé en nadie más, y cuando volví a la vereda nos ennoviamos”, exclamó Del Jesús contando su fascinante historia para el periódico colombiano El Tiempo. De esta controversial unión, ya se han cumplido cincuenta años, desde el mes de marzo de 2015; lo cual fue motivo de celebración para más de cien parientes en el colegio del sendero, ubicado en el fondo del cañón; donde hay un hermoso paisaje lleno de árboles frutales, que surgen de manera espontánea, gracias a su rico clima primaveral.
Una de las razones por las cuales los Vanegas, Galeano y Henao se han casado entre ellos durante tantos años siendo primos; puede ser por su casi inaccesible punto geográfico, lo cual hace parecer al pueblo de Antioquia como un “pueblo fantasma”. Según la líder del consejo comunal del sector, Ana María Vanegas Galeano, la tradición comenzó en el año 1890 en el municipio vecino Jericó; donde llegaron casados Isaac Galeano y Eudoxia Vanegas. El padre de Isaac llamado Joaquín Galeano, fue quien fundó Amaranto.
Isaac había llegado con sus tres hijos de su matrimonio anterior, y Eudoxia con cuatro hermanos; entre ellos se encuentra Gregorio, quien había llegado casado. De la afamada unión, nacieron siete hijos y Gregorio tuvo nueve más; entre ellos están Primitivo y Gregorio Vanegas. Luis Aníbal comentó que “los primeros primos en casarse fueron mi papá Gregorio y mi mamá Etelbina; luego, otros tres tíos hicieron los mismo y yo, para conservar la tradición, me cansé con Alba”. Para todos los habitantes de Antioquia, su árbol genealógico se ha convertido en un enredo total, siendo un tema diario en el pueblo.
ALFA