El asesinato de otro hombre afroamericano en manos de la policía de los Estados Unidos durante un incidente en Minneapolis, Minnesota, ha despertado el malestar y descontento de esa ciudad. El ciudadano de raza negra murió tras recibir un disparo en la cabeza durante un forcejeo con el cuerpo policial.
El joven fue identificado como Jamar Clark, de 24 años, estaba en cuidados intensivos luego de recibir un disparo en la cabeza el pasado domingo. La policía afirmó que era sospechoso de un asalto y que había interferido con los médicos que atendían a una víctima, cuando le dispararon. Sin embargo, algunos testigos afirman que al momento del hecho se encontraba esposado.
Los manifestantes han acudido hasta la estación de policía, para acampar durante dos días, bloqueando una avenida principal, como rechazo a la acción policial que le quitó la vida a Jamar. El pasado lunes en horas de la noche, 51 de los participantes de estas protestas fueron detenidos.
Un vocero de la policía ofreció detalles sobre el tiroteo contra Clark y negó las versiones en las que señalaban que la víctima estaba esposada cuando recibió el disparo. La protesta inició poco después de que la alcaldesa Betsy Hodges hiciera una solicitud al gobierno federal de iniciar una investigación sobre posibles violaciones de los derechos civiles.
A pesar de que los manifestantes mostraron su agrado por la investigación federal, dijeron que iban a continuar con las protestas hasta que sea identificado algún vídeo que revele lo sucedido, y sea divulgado para identificar a los responsables del hecho. Sin embargo, el jefe de la policía informó que los agentes al momento del procedimiento no portaban cámaras en sus uniformes, pero no ofreció detalles sobre si existía un vídeo en la patrulla o de alguna otra procedencia.
Hasta ahora existen dos policías implicados, quiénes fueron dados de baja remunerada, procedimiento habitual cuando ocurren estos casos. Según las informaciones de la policía, las protestas comenzaron el pasado domingo, cuando las autoridades fueron llamadas al norte de Minnesota, luego de haber recibido el reporte de un asalto.
Cuando funcionarios llegaron al lugar, vieron a Clark interfiriendo cuando los médicos atendían a una víctima, quisieron calmarlo, pero se registró un forcejeo y en medio de la confusión un disparo. El padre del joven, informó a un medio local, que su hijo habría recibido un disparo en el ojo izquierdo. El hermano destacó, que el día lunes se reunió toda la familia en el hospital, para tomar la decisión de desconectarlo de los aparatos que lo mantenían con vida.
En los Estados Unidos no es la primera vez que se registra una situación como esta, por el contrario son varios los incidentes en los que la policía ha disparado contra ciudadanos negros en hechos irregulares, lo que ha desencadenado protestas en todo el país, como rechazo a la fuerza excesiva de autoridades en contra de la comunidad afroamericana.
ALFA