El Universo está en constante movimiento, evoluciona cósmicamente, la Luna se mueve, ocurren explosiones solares y tormentas eléctricas, en conjunto todas influyen a que se genere el campo magnético de la Tierra que afecta persistentemente a los seres humanos; en el interior del organismo también se desarrolla un campo magnético, que puede verse alterado por algún desequilibrio que experimente nuestro cuerpo, en este contexto surge la magnetoterapia con sus principales aplicaciones como una terapia alternativa para aliviar, prevenir o mejorar afecciones que en algún momento pudiéramos padecer.
En el libro de magnetoterapia escrito por el doctor Fernando Ramírez y Escalona se comenta lo siguiente “La Magnetoterapia forma parte del Biomagnetismo y está orientada a la prevención y curación de las enfermedades de los seres vivos, ya sea que éstas sean originadas por la alteración del equilibrio de la energía interna del organismo o por otras causas”.
También agrega que cuando a nuestro organismo se ve afectado por alguna dolencia o enfermedad, “Todo esto tiende a modificar el comportamiento del cuerpo humano, el cuál gracias a su función homeostática o de autocontrol reacciona para restablecer y conservar el estado de balance dinámico entre la mente, masa anatómica, composición, metabolismo, funciones y energía, pero cuando se rebasan ciertos límites, la homeostasis no es capaz de restablecer el equilibrio y entonces, se presenta la enfermedad”.
Los aparatos o imanes que se utilizan en la terapia magnética generan un campo magnético (cargas eléctricas) de baja frecuencia de variadas intensidades colocándolos en las zonas afectadas o en su defecto donde el especialista así lo decida, para que las ondas magnéticas logren penetrar los tejidos y llegar a nuestros órganos internos o al sistema circulatorio.
El alcance de la terapia con imanes es amplio, su principal aplicación es conocida como la auriculoterapia o acupuntura del oído, con la diferencia que se utilizan imanes en lugar de las agujas, esta técnica está dirigida como complemento de regímenes de adelgazamiento; también se utiliza ampliamente como paliativo para el dolor leve, grave o crónico, en casos de: artritis, dolor ciático, fibromialgia, lesiones deportivas, dolencias de la espalda y cuello, jaquecas, entre otros; es importante saber que en la mayor parte de los casos la terapia no aportará una cura definitiva pero si representará un gran alivio para el dolor.
Es una herramienta de ayuda para la fisioterapia, en procesos de rehabilitación por túnel carpiano, lesiones y dolores musculares, recuperación del tejido óseo por fracturas; en el proceso de cicatrización y procesos inflamatorios la magnetoterapia es un buen aliado porque estimula la regeneración de tejidos en la piel y promueve el drenaje donde se acumula líquido.
Son muchas las aplicaciones que se le atribuyen a la magnetoterapia y variados los tipos de tratamientos para cada dolencia, pero recuerde que siempre será recomendable consultar a su médico antes de recurrir a cualquier terapia alternativa.
ALFA