La primera comunión es un momento inolvidable lleno de alegría y fiesta; y una ceremonia importante en la vida de cada niño. Se reúnen familiares, amigos y personas más allegadas para celebrar esta unión celestial.
Este primer encuentro con Dios es de gran valor para los pequeños de la casa; ya que tiene un significado espiritual y profundo. Muchas madres se preocupan por los tipos de adornos que en esta ocasión llevarán sus hijas en la Primera Comunión; sin embargo, existe una gran variedad de joyas que pueden simbolizar el cambio y la transformación de una nueva etapa; para sellar con acierto las promesas en ese día solemne y tan especial.
El rosario es la primera joya por excelencia, y un elemento de gran valor; porque simboliza la confianza depositada en la Virgen María como madre del cielo. Los hay con diseños especiales, personalizados y realizados en materiales preciosos, generalmente en oro o plata fina.
Las cruces son una encantadora prenda para apreciarlas y disfrutarlas en esta ocasión tan importante. Opte por colores dorados o plateados o en oro amarillo; o bien un fino colgante en oro rosa con una bonita medalla de la virgen o con angelitos, con el nombre de la chiquilla grabado al dorso. ¡Las cruces no pueden faltar en ningún niño que hace la comunión!
Las gargantillas son otra joya original que pueden llevar sus chicos en la Primera Comunión; y así lucir un estilo elegante y original. Puede seleccionar las decoradas con osos, flores, estrellas, diversas piedras y ángeles; elaboradas en plata, nácar o en acero inoxidable con su nombre grabado o un mensaje especial. Es un estilo muy de moda y un detalle muy bonito para lucir en esta fecha inolvidable.
Es una buena ocasión obsequiarles medallas con diversas figuras, o con un niño rezando; igual las hay en infinidad de modelos ¡Son una joya especial!, sobre todo en oro blanco o plata fina, pues son muy delicadas para llevar en ese momento tan lindo. También, las perlas y los brillantes en la Primera Comunión son los dos recursos más utilizados en la joyería para niñas.
Puede incluir en el joyero diminutos anillos con pequeños motivos como corazones, nudos o cruces; inclusive, con figuras minimalistas; estos son elementos muy recurrentes en las celebraciones de comuniones; y son piezas emblemáticas que sellarán para siempre este bello recuerdo de la Primera Comunión.
Otras propuestas en joyas son las delicadas pulseras en ositos, en forma de angelitos, corazón, trébol o modelos más contemporáneos. Estas prendas simbolizan la pureza, alegría y la santidad del niño en el acto de la comunión con Dios. Las pulseras pueden ser en cordón de plata o en cuero, en colores rosa.
Las joyas son un clásico y un gran recuerdo muy significativo de estas celebraciones. Sin embargo, el más bello recuerdo es apostar en fortalecer los lazos afectivos entre los niños y sus seres más queridos.
ALFA