Los Juegos Olímpicos son la máxima expresión deportiva en la que se pueden medir los atletas de distintas disciplinas deportivas; cuando se alcanza la meta o se culmina cualquier competencia el atleta llora, celebra, algunos se lamentan o se enfurecen por haber fallado, todos estos sentimientos que confluyen y son parte del ambiente que se vive en los cónclaves deportivos serán el punto final de la culminación de la competencia, pero detrás de esa pasión que transmiten y nos hacen sentir a través de cada aliento, está una gran preparación olímpica a la que sólo llegarán los mejores con su esfuerzo y disciplina.
Llegar a ser un atleta de alto rendimiento requiere años de entrenamiento, en su mayoría todos comienzan a una edad temprana; el entrenador Josué Lionel Rivera opina que “es necesario ofrecer un programa de entrenamiento individualizado basado en las necesidades particulares y metas a corto y largo plazo del atleta, de acuerdo al nivel de desarrollo del mismo. Por eso es importante que los entrenadores, padres y todo aquel que trabaje con niños en desarrollo, entienda que el deporte infantil y juvenil es para fomentar el desarrollo atlético y ayudarle a lograr sus metas y no para tratar de ganar campeonatos”.
Cada atleta requiere de un trabajo multidisciplinario que acompañe su entrenamiento para alcanzar su sueño de participar en unas Olimpiadas, lo más importante incluye rutinas de ejercicios, régimen de alimentación para cubrir sus necesidades calóricas, entrenadores, psicólogos deportivos, médicos especialistas y fisiatras; pero lo más importante es la determinación que mantenga el deportista porque sólo con su esfuerzo y conservando una disciplina podrá lograr alcanzar la difícil tarea que representa el poder participar en unos Juegos Olímpicos.
En algunos países se toman muy en serio el deporte y sobre todo el logro de una medalla olímpica, un caso llamativo es el de China, quien recluta a niños apartándolos de su seno familiar, donde su niñez transcurre a la adolescencia a través de horas de intenso entrenamiento hasta convertirlos en atletas potenciales para representar a su país con el único fin de lograr el triunfo para obtener una medalla olímpica.
Los nadadores olímpicos viven un estilo de vida saludable y dedican gran parte de su tiempo a entrenar en las piscinas, igualmente deben cumplir con dietas estrictas, fuera del agua hay que entrenar con pesas para fortalecer su musculatura, sobre todo la parte superior del cuerpo, razón por la cual vemos que los nadadores son conocidos por sus hombros anchos y poderosos. Los nadadores deben consumir una gran cantidad de calorías ya que su entrenamiento tiende a quemar muchísimas calorías, El medallista olímpico Michael Phelps manifestó que consumía 12.000 calorías al día.
La recuperación en los deportistas también es importante, por lo que el atleta debe recibir masajes de forma regular, luego de un fuerte entrenamiento los músculos necesitan recuperarse y los masajes son un buen aliado; además acompañan su recuperación con baños de aguas muy frías.
ALFA