El poder de las afirmaciones va más allá de una pura creencia en luchar por los deseos o los sueños personales. Cada persona debe tener una lista, pero no de tareas por hacer, sino, de metas por cumplir, de objetivos no logrados, que, teniéndolos definidos, se dispondrá de una mejor estrategia para finalmente trasladarlos de la ilusión a la realidad.
El primer paso para dar efecto al poder de las afirmaciones es saber qué se quiere. Tener claridad sobre los deseos es la base fundamental para establecer un mapa de trazo hasta ellos. Los resultados se logran conociendo el procedimiento para resolverlos. La ambigüedad psíquica y la confusión son los enemigos número uno de una afirmación asertiva y su poder reconocido sobre el subconsciente y el mismo comportamiento.
Según el especialista, Rafael Castillo, el poder de las afirmaciones tiene la capacidad de influir en el estado emocional y en la manera de actuar ante momentos de crisis. “Las palabras que usted usa para describir qué le está pasando y discutir cómo se siente ante los eventos externos, dispara emociones de felicidad o de infelicidad. Cuando usted ve las cosas de manera positiva, constructiva y siempre busca el lado positivo en cada situación y en cada persona, tiene la tendencia a mantenerse en un estado de optimismo y alegría.”
Una vez determinados los objetivos a lograr, debe trazarse el plan de ruta a seguir hacia ese destino añorado. Es aquí donde las afirmaciones entran en juego pues ellas serán esas señales a los lados del camino, esa brújula, ese empuje para continuar con el plan de sueños y deseos trazados.
El segundo paso es comprometerse con esos deseos y con cada afirmación empleada. Como todo viaje, es de esperarse que en el camino se presenten obstáculos e imprevistos. Su poder personal será el comprometerse, a que pase lo que pase, no permitirá que los devenires, le desanimen. A cada adversidad, debe responder de manera constructiva, tal como lo recomienda el especialista.
Además de los agentes externos, en ocasiones, existen ciertos enemigos internos que son los más peligrosos. Cuando la inseguridad y el temor quieran hacer de las suyas, lo mejor será revertir su influencia con las mismas afirmaciones. Sobre ello, Castillo asegura que “es por esto que es importante cuidar tanto el diálogo interno como el diálogo externo. Sea lo que sea que se diga a sí mismo y a los demás, se va a imprimir y alojar en su mente subconsciente y se va a convertir en parte de su personalidad.”
Superar cada fracaso es un logro de por sí. Forja la personalidad, asegura mayor confianza, e inclusive, tiene la capacidad de enfocar mejor hacia las metas a lograr. Saber adecuar el poder de las afirmaciones tiene un poder invaluable, que determina la satisfacción en diferentes ámbitos de la vida. Basta tener el coraje para derrotar el miedo interno, y aventurarse a un mundo de posibilidades, que solo ameritan de su decisión.
ALFA