Piel suave como conseguirla: ¿Quieres saber cómo conseguir una piel suave en la cara y el cuerpo? Seguir estos sencillos consejos para el cuidado de la piel puede ayudarte a solucionar las causas de la piel áspera y a conseguir el brillo definitivo.
Nuestra piel puede estar seca por diversos motivos. Las causas principales de la piel áspera son:
Los rayos UV perjudiciales del sol.
El humo de los cigarrillos.
La falta de hidratación, por ejemplo, no beber suficiente agua.
El frío del invierno.
Lavarse la piel en exceso, por ejemplo, lavarse las manos con mucha frecuencia.
Para conseguir una piel suave y naturalmente brillante, la exfoliación es fundamental.
Cuando te exfolias la piel estás eliminando las células muertas de la superficie, revelando así el brillo natural y juvenil de las nuevas células cutáneas que hay debajo, y también estimulas la regeneración de la piel. Por eso, si quieres combatir la sequedad de la piel en invierno o lograr un brillo natural en verano, exfoliarte la piel de todo el cuerpo es una de las cosas más fáciles que puedes hacer para tener una piel perfectamente suave.
1. Exfóliala
Cuando la piel está áspera significa que hay un exceso de células muertas que, a la vez, dificultan la regeneración de la dermis.
Por este motivo conviene realizar una exfoliación una vez a la semana o cada quince días.
No recomendamos usar exfoliantes sintéticos, ya que tenemos a nuestro alcance diferentes productos naturales que nos permiten hacernos peelings caseros y naturales como, por ejemplo, el bicarbonato de sodio, el azúcar, la sal marina o el café.
Deberemos elegir el exfoliante más fino o grueso según el área que queramos tratar.
En la cara usaremos siempre exfoliantes más suaves que en el resto del cuerpo.
2. Ve a la playa
ir a la playa
Una escapada a la playa es también una terapia para nuestra piel, ya que conseguimos varios efectos a la vez:
Exfoliamos la piel gracias a la arena y el mar.
Le aportamos minerales.
Le aportamos vitamina D para conseguir un bonito bronceado, siempre que lo hagamos con moderación y sentido común.
3. Hidrátala
Para tener una piel más suave, además de exfoliarla, debemos hidratarla, ya que de lo contrario, podríamos resecarla demasiado.
No obstante, es fundamental elegir una loción hidratante adecuada para nuestro tipo de piel, para que nutra lo suficiente sin dejarnos la piel grasa.
Una manera de lograrlo consiste en aplicarnos un aceite vegetal justo después de ducharnos, antes de secarnos.
De este modo, la piel absorberá mejor el producto, ya que los poros estarán abiertos por el calor, y nos podremos quitar el exceso de grasa con la toalla. La piel quedará muy hidratada y sin brillos.
Podemos usar aceites como el de coco, el de almendras o el de jojoba, por ejemplo.
4. Bebe agua
La piel se hidrata por fuera, pero también desde dentro.
¿Cómo? Bebiendo agua suficiente a lo largo del día, siempre fuera de las comidas para conseguir el efecto beneficioso que queremos: una piel más suave, hidratada y sin impurezas.
Nuestra recomendación es la siguiente:
Dos vasos de agua en ayunas, veinte minutos antes del desayuno.
Tres vasos de agua a lo largo de la mañana.
Tres vasos de agua a lo largo de la tarde.
Utiliza productos exfoliantes
Un exfoliante suave remueve la piel muerta y escamosa de la cara y el cuerpo para evitar manchas y una apariencia opaca. Un exfoliante suave es ideal para tu rutina de cuidado de la piel por la mañana. Es perfecto para limpiar la piel de la suciedad y los residuos.
Si en lugar de un exfoliante suave, prefieres aplicar uno más intenso te recomendamos realizar la exfoliación una o dos veces a la semana para evitar que la piel se dañe demasiado. Además, para un resultado profesional puedes probar a aplicar el producto, ya sea en crema, gel o espuma, con un guante de crin.
Hidrata la piel
Asegúrate de obtener la dosis diaria recomendada de agua, recuerda beber unos dos litros diarios y tu piel estará realmente hidratada. Además, debes cumplir una rutina de hidratación específica para tu tipo de piel.
Una de las mejores marcas para hidratar la piel es Neutrogena. Si tienes la piel tan seca que incluso se te escama, prueba los productos de esta marca porque vas a notar resultados espectaculares desde la primera aplicación. Si realmente necesitas una hidratación extrema, prueba la crema Neutrogena Loción Corporal Reparación Intensa Piel Sensible.
Por su precio, es una de las mejores cremas, aporta a tu piel una hidratación intensa, alivia la sequedad y suaviza la piel, hace que tu piel se vea radiante y flexible
Aplica crema hidratante tras la ducha
La ducha, igual que la limpieza facial, son dos de los momentos a los que más atención debemos prestar a nuestra piel. Nadie pone en duda que el último paso de una buena limpieza facial es la aplicación de una crema hidratante que calme nuestra piel y le aporte las vitaminas que necesita. Pues con la piel de nuestro cuerpo sucede lo mismo.
Después de ducharnos nuestra piel está irritada ya que hemos aplicado sobre ella jabones, exfoliantes y productos que nos han ayudado a limpairla pero que también la han dejado más sensible. Por ello, para recuperar la hidratación debemos aplicar una crema hidratante que calme y devuelva el agua a nuestra piel.
Si la crema hidratante no es suficiente, apuesta por el aceite
Es cierto que en algunos casos no contamos con tiempo para aplicarnos una hidratante después de la ducha o que la propia crema se queda corta y en unas horas volvemos a notar la piel de neustro cuerpo reseca. Para estos casos lo ideal es el aceite.
ientras todavía estás en la ducha, frota un poco de aceite corporal en todo tu cuerpo. Sellará la humedad con el beneficio adicional de calmar todas las terminaciones nerviosas de la piel. El aceite de coco es buena opción, sin desmerecer el de rosa mosqueta, especialmente indicado en pieles más sensibles que requieren de un cuidado extra.
Este principio activo se extrae de las semillas de los frutos de los rosales silvestres y se usa para el cuidado de la piel y para el cuidado del cuerpo. El aceite de rosa de mosqueta es una de las presentaciones más populares, pero es un ingrediente cada vez más común en cremas y tratamientos para la piel.
No te duches con agua caliente
En verano es tarea fácil seguir este consejo, pero en estaciones menos cálidas suele ser más difícil llevarlo a cabo. El agua súper caliente puede eliminar la humedad de tu piel, ofreciéndole un aspecto de piel opaca y sin vida. Intenta reducir el calor o reducir la duración de la ducha, al contrario de lo que se suele pensar las duchas de agua fría favorecen la desaparición de resfriados en los meses más fríos.
Y tú, ¿qué crema usas cuando necesitas una buena hidratación? ¿Tienes problemas de piel seca y sensible? Comparte con la comunidad Arenal los mejores productos para este tipo de piel.
ALFA