De seguro te has preguntado, ¿Cuál es la diferencia entre una y otra? Entérate que hay detrás de esta clasificación, si es válida o una simple costumbre llamarlas de uno u otro modo.
Es conocido que gemas tales como el Diamante, Rubí y Aguamarina, son sin dudar piedras denominadas preciosas, esto en virtud de sus características de dureza, belleza y rareza. Es así que con respecto a las denominadas semipreciosas no existe un patrón para su determinación, por lo que se puede decir que todas aquellas piedras que no se encuentren entre las conocidas, como lo son, Topacio, Zircón, Granate, Ámbar, Esmeralda, Jade y lapislázuli, Espinela, pueden ser consideradas semipreciosas.
Igualmente, otro criterio que se ha utilizado para diferenciar una de otra, es el valor y costo para su adquisición, criterio que no es aceptado por la mayoría ya que en el mercado hay piedras que entran dentro de las semipreciosas que tienen mayor costo que las consideradas preciosas.
En conclusión más que una verdadera clasificación, viene a ser una ficción que se ha ido creando en el tiempo, donde verdaderamente se caracterizaran por sus cualidades físicas y químicas.
Belleza y perfección juntas.
Entre estas espectaculares joyas, quién podría distinguir su diferencia.
Preciosas o semipreciosas, a todas nos gusta tenerlas.
Cada una de ellas son piezas únicas, a pesar de qué sea el valor que las diferencie.
Para mi gusto, todas son preciosas.