Las palabras sagradas de poder para liberar la mente se conocen con el nombre de Mantras, expresión de la lengua sánscrita que significa Mente y Liberación y se utiliza para ayudar a libertar sus pensamientos de ideas que continuamente le perturben y confundan. Saber que estamos en un momento crucial, renovándonos ante un acontecimiento de percepción, reflexión y discernimiento, con los seres de luz a nuestro lado, para guiarnos y protegernos; canaliza nuestras emociones.
Un Mantra se relaciona con una palabra o párrafos extensos y prolongados, que al ser emitidos con insistencia, cantados y en oración, van transportando a la persona a circunstancias de intensa reflexión y meditación. Mantras antiguos como el Padre Nuestro, pertenecientes a la religión cristiana y católica, son positivos si se manejan con el control de la mente cuando se enuncian con el poderío del espíritu. Declamar un Mantra tiene un impacto parecido al sonido de las cuerdas en una guitarra.
Cuantiosos pensadores conocen a través de la práctica, que la acción de declamar los Mantras se extiende más allá de la resonancia y el estruendo de las expresiones verbales visibles y superficiales; es más bien percibir la voz interna que eternamente habita en nuestra alma.
A los humanos, se les ha concedido una herramienta excepcional y asombrosa para que por medio de ella puedan sentir la fuerza de los Maestros, anunciando su energía de forma libre y espontánea. Ese instrumento se llama La Gran Invocación, utilizada también por Cristo cuando comunicó a sus hermanos que ya estaba preparado para regresar al mundo. Existen diferentes tipos de Mantra, como el “Kirtan” de efecto extroversor, “Japa” de efecto introversor, “Japamálá” el contador de “Japa, “Vaikairí” el mantra vocalizado, “Manasika” el mantra mentalizado, entre otros.
El Mantra de la unificación, es la súplica del fortalecedor para avivar el amor, por eso, si somos capaces de reiterarla cada día en nuestros corazones con total entendimiento y reflexión, permaneceremos ordenados con el espíritu; penetrando al manantial de salvación y entrando al torrente rebosante de la vida, donde no existe el ego, donde impera únicamente la percepción del bien común.
Imagínese repitiendo esta afirmación, limpiando su alma y su mente de cualquier vestigio de egoísmo, quedando en liberación total. Las meditaciones del Mantra las puede realizar en cualquier instante, acostada, sentada o caminando; ya que el resultado es casi inmediato, purificando su mente y obteniendo un cambio completo que le permita ser una mejor persona cada día. Lo indispensable es tener la disposición para hacer las invocaciones, que no necesariamente tienen que ser sánscritas para ser utilizadas.
No trate de comprender cabalmente cómo actúan los Mantras, simplemente trate de sentirlos, de beneficiarse de ellos; evocándolos con toda la fe posible que pueda experimentar, siendo el sonido el poder de su determinación que viaja inclinado hacia el Mantra, impulsado por sus deseos como vibración que deshace lo oscuro que existe en su mente y en su alma, acelerando el movimiento de la absoluta claridad.
ALFA