Usted va caminando por el centro de la ciudad y de repente ve un hermoso vestido que irradia un destello tal que le hace perder la vista, y lo primero que piensa es: “necesito tenerlo”. Lo compra y sigue caminando, pero ahora lo que ve es una cortina de baño y dice: “esto también lo necesito, la que está en casa ya tiene una semana y necesito cambiarla, además puedo acompañarla de unos lindos adornos de baño”. Para cuando llegue la tarde ya ha gastado todo su salario y sus bolsas de compras ya no entran en el maletero. Querida amiga, quizás usted se haya vuelto totalmente loca por las compras.
Aunque suene algo absurdo, existe la enfermedad de las compras compulsivas. A esta enfermedad se le conoce como oniomanía: es un tipo de trastorno en donde la persona tiende a comprar compulsivamente de manera repetida inclusive, haciendo despilfarro de dinero en objetos innecesarios. Es caracterizada por el deseo desenfrenado y la ansiedad por comprar cualquier objeto, aun cuando no lo necesite, y escondiéndolos luego, pues causa gran vergüenza en la persona, desarrollándose sentimientos de culpa.
Quizás su definición pueda sonar un poco graciosa para muchas, pero la realidad es que este trastorno psicológico tiene causas y consecuencias algo alarmantes, que pueden generar grandes estragos. Los cuales veremos a continuación.
Esta psicopatología es mayormente desarrollada en aquellas personas con problemas de baja autoestima, depresión y cambios de humor constantes. Quienes buscan llenar un vacío interno por medio de la satisfacción al hacer compras, logran sentirse “completos” solo temporalmente; alejando y olvidando los problemas reales. Los sentimientos de rabia e ira también son factores que conducen a comprar. Normalmente, a causa de las compras excesivas, la persona cae en problemas económicos y deudas, lo que provoca gran preocupación en la familia.
¿Cómo podemos detectar a una oniomaníaca? Entre los comportamientos principales de quienes sufren este trastorno destacan: los pensamientos impulsivos sobre algún artículo en específico, extremo cuidado y perfeccionismo para averiguar el mejor lugar de artículos en venta, ir de compras para liberar el estrés, luego sentimientos de culpa por no controlar sus impulsos. Comportamiento sospechoso al ocultar objetos comprados, irritabilidad y ansiedad preocupante por no lograr realizar alguna compra, aislamiento de cualquier actividad que no se relacione a comprar, entre otros. En muchos casos este comportamiento viene asociado a trastornos previos, como los alimenticios y los obsesivos-compulsivos.
En cuanto al tratamiento, lo más recomendable es una consulta al psicólogo, este podrá someterla a terapias cognitivas-conductuales para ayudarle a controlar poco a poco esos impulsos y la ansiedad, y solo así, irá recuperando la normalidad en su vida. El apoyo familiar se considera esencial para la efectividad de la terapia. Si usted cree sufrir de este trastorno o conoce a alguien afectado, no se quede callada.
Pensaba que no era tan grave como parecía, de verdad no quisiera caer en esto.
Estas personas tienen un vacío tan grande, es necesario que ayudemos a alguien que creamos que pueda padecer de esto, ya que no es nada sano.
Es lamentable ver que necesiten acudir a estas compras compulsivas para sentirse completos.
Pensé que esto era algo sin importancia, ahora veo que es un trastorno como cualquier otro.
Es una realidad, y cada vez más mujeres alrededor del mundo sufren de esto.