Existe la creencia, que una vez los hijos han hecho su vida aparte de los padres, e inician un nuevo hogar de forma separada, el deber del hombre y de la mujer queda relegado a cuidar de la siguiente generación. Sin embargo, es a partir de los 50 años que inicia la vida. En la última etapa del ser humano, es cuando deben habilitarse los caminos para lograr todos esos sueños pendientes. Tanto profesionales como sentimentales, a continuación conoceremos las razones de aprovechar la tercera edad para gritar a los vientos: tarde pero lo logré.
Tomar en cuenta la experiencia acumulada. Puede que de jóvenes hayamos querido realizar alguna meta, pero por factores que escaparon de nuestras manos, estas simplemente se hayan quedado en la fantasía. No obstante, en la tercera edad es cuando debemos aprovechar toda la experiencia acumulada, para poner a toque las piezas necesarias y finalmente lograr lo que tanto hemos deseado por años.
Encontrar o reencontrarnos en el amor. Existen personas que deciden ante todo vivir en la eterna soltería. Existen otras, que tras el fallecimiento de ese ser especial, deciden cerrar las puertas de su corazón. Sin embargo, es fundamental que durante la vejez se tenga a alguien con quien compartir momentos inolvidables, con quien comunicarnos con la total confianza, alguien que pueda cuidar tanto de nosotros, como nosotros de ella.
De acuerdo al especialista en psiquiatría, Dr. Andrés Flores, el amor otoñal o el que se vive en la tercera edad, tiene las mismas etapas que un amor adolescente. Desde el enamoramiento, hasta el disfrute de una vida sexual plena, el adulto mayor tiene igual capacidad de un joven adolescente de sentirse, y darse a percibir como alguien confiado de sí mismo, atractivo, y seductor.
Por otra parte, Flores señala que aquellas personas mayores de 50 y 60, son más realistas con respecto a la pareja idealizada, aceptando tanto las virtudes como los defectos del otro y manejando, de mejor forma que un adulto promedio, el respeto a los gustos individuales. Sobre el ámbito sexual, la satisfacción íntima alcanza su mayor plenitud, en parte por la experiencia adquirida, el reconocimiento de las zonas erógenas, y la confianza en poder compartir las técnicas de estimulación. Si bien las hormonas llegan en un momento a decaer, consultar con un médico hará lo necesario para vivir en armonía y felicidad. Reactivemos nuestra vida social, y démosle otra oportunidad al amor, pues para él no existe tiempo, ni edad.
Cada quien elige cómo vivir su vejez. De aventura por el mundo, o aprovechando el tiempo en algún pasatiempo. Todos tenemos el derecho de elegir vivir nuestra vejez como mejor nos parezca. Tener más de 50 o 60 años no significa postrarnos y desvelarnos por el cuidado de otros. Ejercitarnos es otra actividad necesaria ante la llegada de la tercera edad pues previene del debilitamiento de nuestro organismo. Pidamos respeto a cada una de nuestras decisiones, dejando en claro que somos los únicos que sabemos realmente cómo queremos vivir.
ALFA