Los niños artistas en casa deben ser tratados como unos profesionales. Un padre responsable debe dar libertad a sus trazos, fomentar su creatividad con elogios, dejando de lado las imposiciones de estándares que coaccionen el límite de su imaginación. A continuación conocerá un poco sobre las primeras etapas pictóricas de los pequeños, así como el trato de un padre para mejorar el hábito creativo de un niño artista en casa.
La psicóloga, Rhoda Kellogg, fue la primera especialista en estudiar la expresión artística de los niños, durante la década de los 70. Analizando más de un millón de dibujos, Kellogg logró identificar una serie de patrones y figuras que, en la actualidad, reflejan el nivel de madurez cerebral que el pequeño ha logrado.
Las líneas y zigzags. Una primera etapa señalada es la de los garabatos. Inicia desde los dos años de edad, y mientras que un adulto puede ver solo formas sin sentido, Kellogg logró condensar veinte trazos caracterizados como líneas y zigzags, que además tienen ciertas ubicaciones específicas sobre el trozo de papel.
Las formas. Cuando llegan a los tres años de edad, los niños son capaces de trazar sus primeras formas básicas, entre ellas, los círculos, los triángulos, e incluso, cruces desiguales. El siguiente paso del desarrollo se orienta hacia la etapa del diseño, donde el pequeño comienza a mezclar dos formas básicas, colocándolas sobre un patrón complejo.
La psicóloga, Ana Muñoz, señala que durante cada una de estas fases, “los adultos suelen desechar y no valorar estos dibujos porque no son dibujos de algo concreto como un árbol o una casa. Sin embargo, los adultos que empujan a los niños a dibujar objetos de la vida real están perjudicando el desarrollo artístico del niño.”
Además, de que esta tendencia llega de forma normal en la siguiente etapa, la pictórica. “Comienza entre los cuatro y cinco años. Los niños empiezan a dibujar cosas de la vida real. Este paso del dibujo abstracto al dibujo representacional marca un cambio fundamental en el propósito del dibujo de los niños. Los elementos primarios en el arte rondan en un interés por la forma y el diseño, que es precisamente lo que caracteriza el dibujo de los niños en las primeras etapas. Pero después de los primeros años de escuela, cuando los adultos los presionan para pintar la realidad, sucede este cambio de lo abstracto a lo representacional y es cuando muchos niños que antes se divertían dibujando, pierden el interés artístico que tenían en un principio.”
Respetar su libre expresión. Un padre, además de motivar a su hijo, debe saber la importancia de respetar su libre expresión artística, debido a que esto podría desencadenar el abandono de la iniciativa creativa. Basta con observar y apreciar la manera en que el pequeño desborda su imaginación a través de los trazos sobre el papel. Limitarse a ser observador y proveedor serán las mejores acciones de un padre que tiene un niño artista en casa.
ALFA