Son muchos los beneficios y sacrificios asociados a la musculatura. El desarrollo de la misma se lleva a cabo mediante una rutina de ejercicios adecuada al conjunto de músculos que se desea definir o agrandar, combinada con una nutritiva y balanceada alimentación y abundante agua, lo cual conlleva el fortalecimiento muscular, un mejor funcionamiento del metabolismo y del sistema digestivo. Todo esto favorece la actividad cardiovascular y reduce el riesgo de sufrir afecciones de este tipo.
La musculatura es una red de músculos que, trabajando en conjunto o individualmente, son responsables del movimiento del esqueleto y de la actividad motora y protección de los órganos internos; además, son la mayor fuente de calor para el cuerpo humano. Todo esto implica que los músculos consumen la mayor cantidad de energía producida en el organismo, razón por la cual se requiere una alimentación sana y balanceada que permita proveerles la energía necesaria. Un fallo en la alimentación debilita tendones, ligamentos y músculos haciéndolos más propensos a lesionarse.
Existe en la actualidad una actividad basada en la realización de ejercicios físicos con la finalidad de desarrollar la musculatura. Esta disciplina se conoce en todo el mundo con el nombre de fisicoculturismo, fisiculturismo o simplemente culturismo. El entrenamiento ideal consiste en una combinación de musculación, ejercicios aeróbicos y estiramiento/calentamiento (elongación) amoldados a la edad, complexión, sexo, entre otros rasgos del deportista.
Casi todos los ejercicios de musculación se realizan con pesas y con mancuernas (sentadillas, press, curl, peso muerto, cargadas de potencia, otros), y los pesos son ajustables. Las lesiones asociadas a estos ejercicios son producto del levantamiento excesivo de peso, sobre-entrenamiento, ejecución incorrecta de los ejercicios y posturas erróneas.
Las lesiones más frecuentes en este ámbito son esguinces, distensiones, luxaciones o dislocaciones, bursitis y tendinitis. Esta última es la más común en culturismo. En función de la gravedad de la lesión, ésta requiere la inmovilización de la zona afectada y a veces reposo absoluto, medidas térmicas (frío local o frío-calor), vendajes funcionales para aliviar la tensión, administración de analgésicos anti-inflamatorios y, en casos extremos, infiltración o cirugía.
Otro problema relevante en los fisiculturistas es el conjunto de patologías consecuencia del uso indiscriminado de estupefacientes. En este sentido, Jorge Brisco (1940-2010), culturista argentino campeón mundial en 1964 especializado en musculación y presidente de la Federación Internacional de Entrenadores Deportivos, comentó “Gente ha muerto por esto. Existen muchos casos, especialmente en los últimos años, de exfisicoculturistas que han fallecido por el uso de sustancias para potenciar el rendimiento. Por lo general, se trata de personas con afecciones cardiovasculares”.
El fisiculturismo va más allá de ser un deporte –es un estilo de vida–, pero no es necesario ser un profesional para moldear nuestro cuerpo y lucir bien mediante esta práctica. Por ello se recomienda recurrir a un entrenador altamente calificado que se encargue de definir y supervisar la rutina de ejercicios y llevar una dieta apropiada, para forjar la musculatura con más beneficios que sacrificios.
ALFA