La evolución de la moda a través de los tiempos ha sido paulatina, trayendo cambios significativos y notables en algunos ámbitos, como por ejemplo en lo relacionado con las vestimentas, las joyas, los maquillajes y los peinados, que caracterizan a determinados estratos o grupos sociales que encuentran en los llamados looks la forma de identificarse y sobresalir entre la multitud.

Esta evolución ha marcado épocas y décadas específicas, como la de los sesenta cuando se impuso la minifalda, o los ochenta cuando se usaban chaquetas anchas y/o vestidos con las recordadas hombreras, y las mujeres acostumbraban a rizar sus cabellos para lucirlos alborotados.

Es así como han surgido grupos generalmente de jóvenes, que han impuesto estilos de vestir característicos que los han distinguido, que no sólo implica la forma de vestirse o mostrarse, sino que involucre al estilo de vida, sus costumbres y preferencias, modos de hablar, moverse y comportarse.

Estos grupos viven mayormente son urbanos y   son visibles en los lugares públicos,  resaltando entre la multitud por sus vestimentas, accesorios y peinados; son jóvenes que buscan la novedad y la diferencia rechazando lo convencional, para así reafirmarse a sí mismos con la aprobación y compañía de sus pares, de aquellos que comparten su estilo, creando hasta  lenguajes propios y modos de expresión típicos adaptados a sus necesidades, que en algunos casos encuentran una gran aceptación y en otros tienden a provocar rechazo de una parte de la sociedad.

Dentro de estos grupos se encuentran por ejemplo, los  reguetoneros, frikis, hiphoperos, rastas,  punks, rudeboys, emos, hipsters, colombias, metaleros, neofascistas, antifascistas, darks, góticos,  tribaleros, cholos, roqueros, rockabileros, skinheads, entre muchos otros, con gran cantidad de variantes y/o hibridaciones de acuerdo al contexto socio-cultural del país o región donde habiten.

En este contexto, algunos de estos grupos  de jóvenes tienden a demostrar un rechazo marcado de las costumbres, estilos y comportamientos de las generaciones precedentes, las cuales por lo general también rechazan sus estilos de vida, y no aceptan  los nuevos valores que ellos traen consigo, sin embargo, en algunos casos se produce un proceso de entendimiento y aceptación, o terminan fusionándose estilos, como se puede apreciar en la música, o el resurgimiento de tendencias pasadas que son actualizadas y adaptadas por los nuevos portadores, hasta  hacerlas parte de ellos mismos.

Pero la existencia de estos movimientos o grupos juveniles tiene un efecto que va mucho más allá de la inevitable brecha generacional, debido a que estos jóvenes buscan una identidad propia y exclusiva, así como establecer un sentido de pertenencia que marca las pautas a través  de las afinidades musicales, estilos de vida, formas de vestir, maneras de hablar y comportarse, para marcar diferencias contundentes  no sólo con las generaciones precedentes sino también  con otros grupos contemporáneos.

Según el sociólogo francés Michel Maffesoli a estos grupos se les conoce coloquialmente como tribus urbanas, término  que utilizó para identificarlos y que ha tenido una amplia  expansión a nivel global,  asegurando además que ha llegado el fin de la era moderna, para dar paso a un proceso donde el ser humano cambiará radicalmente su estilo de vida, en donde las redes sociales juega un papel determinante.

Ahora bien, dentro de los grupos antes mencionados, los reggaetoneros han impuesto un estilo que se ha expandido por todo l mundo, a pesar de que también tiene muchos detractores, que no soportan su música y mucho menos sus vestimentas y maneras de hablar. El reggaetón, al igual que muchas otras tribus urbanas, marcó sus inicios como tendencia en el ámbito musical, proveniente del reggae y con influencias del hip hop, es un   estilo que bien podría definirse como una mezcla entre estas dos tendencias.

Por lo tanto, los reggaetoneros  están representados por los amantes de este género musical, que los especialistas musicales vinculan no sólo con el hip hop, sino que afirman que no es más que una fusión del reggae, el rap y varios ritmos caribeños y tuvo como epicentro comercial a Puerto Rico, enmarcado en una simbología que incluye letras básicas que no exponen grandes sentimientos ni ideas, con alusiones sexuales explícitas,  incluso muchas se limitan a unas cuantas expresiones repetidas hasta el cansancio, encontrando el atractivo principal en ritmos   pegajosos que se  bailan, aunque hay excepciones a través de estilos más cursis que invitan al romance y al sentimiento.

Sin embargo, también se cuenta que el reggaetón surgió en Panamá a partir del reggae en español con maestros del llamado “flow” como El General, quien supo combinar el meneo del cuerpo a través de temas pegajosos con letras sencillas como “Tu pum pum”, que se impuso en muchos países, dándole fama y haciendo que su estilo característico fuese imitado rápidamente por millones de jóvenes, quienes querían lucir los clásicos chaquetones militares que estaban influenciados por el estilo ochentero pop del momento.

Posteriormente, cuando la música de “El General” se expandió a Puerto Rico, se produce la verdadera explosión reggaetonera, produciéndose cambios menos sofisticados y más urbanos en cuanto a la vestimenta y los accesorios  utilizados para combinar

En Puerto Rico el reggaetón se cocinó en una escena underground avivada por batallas de rima comandadas por cazatalentos mejor conocidos como Dj Negro y Dj Playero. La evidencia de estos encuentros muestra a una buena manotada de jóvenes boricuas altamente influenciados por la escena hip-hop de New York, vestidos con las típicas camisetas holgadas y pantalones escurridos de rapero, vascas con pañoletas y sencillas cadenas, muy al estilo Big Boy.

Solo era que llegara el nuevo milenio con la expansión del virus reggaetonero a nivel internacional para que el blingbling se asentara con todo su poder a sofisticar la imagen de los representantes de la escena. Así vimos a Ivy Queen y a las chicas de la Factoría renacer replicando la moda femenina de la nueva década con sombras platinadas, ropa metalizada y mechones de colores en el pelo.

También vimos a Héctor el Bambino cantando Amor de colegio con pinta de “niño bueno”, con camisa y pantalones de zebra bien planchados, gafas clásicas tipo “Transition” acompañado con la cuota de chicos malos de esa colaboración: Don Omar con sus icónicas trenzas y Tito con su look de rapero neoyorquino.

a explosión mundial de DaddyYankee avivada por su Gasolina y su Barrio fino en el 2004, consolidó la imagen del reggaetonero por excelencia. Chaquetas bomber sobre sacos de capota; gorras de visera plana preferiblemente con el logo de los Yankees de New York; accesorios rechinantes de brillo; oro y diamante en orejas, cuello y muñeca; tenis de baloncesto; tatuajes hasta el cogote y casi siempre  rodeados de mujeres semidesnudas.

Hoy en día el PrettyBoy del reggaetón, mejor conocido como Maluma, se ha dado el lujo de conquistar la escena con su impecable imagen y sus looks de “dandyboy”, muy cercano al estilo de Pitbull. El paisa anda con mucho porte y elegancia gracias a trajes que lo hacen ver irresistible ya sea con sus looks formales o en su versión “dirtyboy” más fresca y relajada.

Si nos referimos a la vestimenta de los reggaetoneros, debemos señalar que ésta es similar a la del hiphopero clásico que lleva ropas extravagantes y anchas,  pero ellos es menos holgada, incluso en algunos casos es bastante ajustada, sobre todo cuando lucen pants deportivos y/o camisetas. Además suelen lucir el cabello corto casi al rape, con diseños en el cráneo que simula diferentes formas y las cejas depiladas, listos para bailar el famoso reggaetón al ritmo del típico  “perreo” que distingue este estilo musical.

Por eso, el reggaetón combina la música y la vestimenta para crear un estilo de vida,   y a través del famoso “perreo” realizan una simulación del acto sexual en el cual  la mujer lleva la iniciativa con movimientos muy sugerentes, lo cual ha sido motivo de críticas drásticas por parte de los más convencionales, que ven en este baile un antivalor que ha generado cambios en los comportamientos de los jóvenes, los cuales en muchos casos van más allá de una conducta inadecuada, trayendo consecuencias negativas en el ámbito familiar y/o social.

A pesar del rechazo de algunos sectores de la sociedad, no puede negarse la gran influencia que ha logrado en la industria musical y nocturna, que ha repercutido directamente en la moda tanto masculina como femenina, creándose un gran movimiento que incluye la joyería y todo tipo de accesorios como lentes, zapatos, pañuelos, cortes de cabello, que el marketing sabe aprovechar enormemente para imponer tendencias que traen consigo ganancias millonarias no sólo a artistas famosos que imponen su estilo, sino a las empresas que fabrican gran cantidad de prendas y objetos destinados a satisfacer el amplio mercado de los amantes del reggaetón.

ALFA