Actualmente el consumo de gluten puede suponer para algunas personas un problema de salud, y quizás, esta sea la principal razón para que la ingesta de los alimentos sin gluten se haya puesto de moda. Pues, se cree que dejar de consumir esta proteína nos brindará mayor bienestar.
Sin embargo, conviene preguntarse entonces ¿Qué alimentos contienen gluten? ¿Es malo consumirlo? ¿Quiénes deben consumirlo? ¿Los alimentos sin gluten son más sanos y ayudan a adelgazar? Estas, son solo algunas interrogantes que se presentan al hablar del tema, y que se encuentran entre los mitos sobre el consumo del gluten. Así que, le invitamos a descubrir junto a nosotros algunos de ellos.
Mito 1: El gluten se encuentra solo en el pan.
Falso, si usted deja de comer pan estará dejando de ingerir un importante porcentaje de gluten, pero es importante recordar que esta sustancia se encuentra en muchos más alimentos. Conviene entonces aclarar, que el término gluten, se refiere a una glucoproteína, compuesta principalmente por glutenina y gliadina, dos proteínas presentes naturalmente en los cereales como la cebada, el trigo, centeno y la avena, aunque en esta última en menor medida; las cuales, al juntarse ayudan a los alimentos a mantener su forma, al darle mayor elasticidad y una textura especial.
Por lo tanto, no solo encontraremos gluten en los panes a base de trigo, sino también en los diferentes alimentos elaborados con estos cereales. Aunque, es posible que también esté presente en ciertos productos a los cuales se añade durante el proceso de fabricación como: los chocolates, la mayonesa, el yogurt con frutas, el jamón, salsas, golosinas, entre muchos más.
Sin embargo, existen otros cereales como el maíz, arroz, el sorgo y el mijo que no poseen gluten. Asimismo, tenemos otros alimentos que tampoco poseen gluten como: las frutas, vegetales, hortalizas, frijoles guisantes, soya, la fécula de papa, carnes, pescados, azúcar, sal, cacao, gelatina, frutos secos, margarina, mantequilla y aceites.
Mito 2: El gluten es dañino para la salud.
Falso. En este sentido, conviene precisar que solo aquellas personas que han sido diagnosticadas con enfermedad celiaca deben llevar una alimentación libre de gluten, por lo tanto, solo es dañino para ellos. Pues, los cereales que lo contienen no están preparados para ser ingeridos por ellos, provocando que al consumirlos su cuerpo genere una respuesta inmunogénica, en el sistema digestivo o en otras partes del cuerpo donde se manifiestan los síntomas, que pueden ser nauseas, mareos, diarreas, vómitos y dolores abdominales intensos.
Pero, debe considerarse que sólo el uno por ciento de la población mundial padece de celiaquía; por lo que el resto de la población puede consumirlo sin que se vea afectada su salud. No obstante, recomendamos que no comience una dieta sin gluten, sin haber consultado con su médico.
Mito 3: Los alimentos sin gluten son más sanos y ayudan a adelgazar.
Falso. El consumo de gluten no está asociado al aumento de peso, por lo que retirarlo de su dieta podría no ser la solución para adelgazar. Ya que, si consumimos grandes cantidades de productos sin gluten y menor cantidad de fibra, el riesgo de subir de peso aumentara. Por otra parte, los productos etiquetados como “gluten free” podrían tener más calorías, pues reemplazan el gluten por otro tipo de sustancias como azúcares, grasas o conservantes, que se agregan para mantener las características del alimento.
Mito 4: Es fácil autodiagnosticarse la celiaquía.
Falso, para diagnosticar la celiaquía hace falta realizar diferentes pruebas médicas especiales en un hospital o clínica. Además, algunos síntomas pueden responder a otro tipo de problemas de salud e inclusive, existen algunas personas celiacas que no manifiestan síntomas o estos son diferentes a los habituales, a pesar de tener lesiones intestinales. Es por ello, que no se debe seguir una dieta sin gluten a menos que se haya consultado antes con un especialista.
Mito 5: La celiaquía es una intolerancia al gluten.
Falso, la celiaquía se considera como una enfermedad autoinmune, sistémica y no contagiosa, que viene a manifestarse de varias maneras en determinados órganos, atacando de manera más severa al aparato digestivo, pero en sí, no se trata de una intolerancia alimentaria al gluten, sino de una condición que se agrava con su consumo.
Mito 6: La celiaquía es una enfermedad hereditaria.
Falso, pues, en esta enfermedad provocada por la intolerancia al gluten lo que si heredamos es la predisposición genética a desarrollarla, que según los expertos es del 75%. Por ello, a pesar de que varias personas en la familia la padezcan, eso no significa que nosotros también la padeceremos, porque, no se nace con ella, sino que podemos desarrollarla en cualquier momento de nuestras vidas, debido a factores ambientales aún por determinar y que contribuyen en un 25% al desarrollo de la celiaquía.
Mito 7: El gluten afecta por igual a los latinos.
Falso, según los estudios más recientes, la comunidad latina es una de las menos afectadas por la enfermedad celíaca. De hecho, este problema de salud se presenta en 1.06% de los latinos estudiados mientras que, en poblaciones como la Punjabi, el porcentaje es de un 3.08%; mientras que en La India se dice que hay entre 5 y 8 millones de afectados, pero la mayoría no han sido diagnosticados.
Por otra parte, según un artículo publicado en la revista Journal of Pediatrics, existen algunas cosas que se deben considerar antes de tomar la decisión de unirse a la moda gluten-free (o libre de gluten); tales como:
1. Una dieta sin gluten es más costosa, factor que puede afectar considerablemente su presupuesto, y tampoco es garantía que bajará de peso o mantendrá una dieta balanceada y rica en nutrientes.
2. Con frecuencia el conjunto de alimentos procesados que no contienen gluten, poseen contenidos de grasa y azúcar mayores que los productos convencionales; lo que podría significar que estará consumiendo alimentos con niveles calóricos más elevados y menos cantidad de nutrientes.
3. Si se lleva una dieta libre de gluten muy estricta, se puede aumentar de manera considerable la exposición a determinadas toxinas, y además se está disminuyendo el consumo de hierro y vitaminas; que son básicas para la nutrición.
Asimismo, la eliminación del gluten de la dieta, principalmente cuando no hay motivo para hacerlo, podría aumentar el riesgo de padecer deficiencias nutricionales; debido a que los cereales de grano entero, tales como el trigo, el centeno y el maíz, poseen nutrientes claves como el hierro, calcio, fibra, tiamina, riboflavina, niacina y ácido fólico, entre otros; por lo que recalcamos, que si no se tiene un problema de celiaquía, que haya sido diagnosticado por un médico, no es necesario suspender el consumo del gluten.
ALFA