El misticismo es la conexión que llegamos a experimentar, desde el plano terrenal, con el plano astral o espiritual. Esta experiencia se logra a través de un profundo estado de concentración en la meditación, y es practicado por muchas religiones monoteístas y politeístas. En las religiones, se refiere a la conexión de la persona con el Dios correspondiente; pero en la religión budista, se utiliza para algo más filosófico, esto quiere decir que se practica para adquirir conocimiento y la perfección del ser humano.
Esta experiencia conectiva puede traer consigo experiencias como la de poder levitar, tener visiones, entrar en estados de éxtasis, y el poder utilizarla para entrar en la mente de otras personas, siendo capaz hasta de curar enfermedades mediante este método. Esta conexión es practicada por todas la religiones del mundo, la diferencia se encuentra en la manera en que usted la realiza, esto se debe a que las tradiciones, creencias y criterios son diferentes en cada religión.
Esta conexión es tan fuerte que las primeras experiencias pueden ser demasiado fuertes, casi algo insoportable para la persona; la desorienta y aleja un poco de la realidad; al realizar este tipo de conexión, usted adquiere mucha información que solo entenderá y sentirá usted; no tendrá la necesidad de que alguien le explique lo ya comunicado. Este hecho no puede ser explicado por la ciencia ni por ningún estudio que se haya realizado antes, es difícil de explicar hasta por la misma persona que lo realiza.
Si usted desea saber un poco más de esta experiencia, existen muchos místicos que han hablado de estas conexiones, así se sentirá más a gusto, y entenderá que es una experiencia única para cada persona, la cual está relacionada con la santidad, y en el cristianismo, se cree que se manifiesta físicamente por eventos sobrenaturales llamados milagros; además, esta experiencia no sólo la describe el hombre, sino también escrituras antiguas de gran importancia como la Biblia.
En la religión cristiana, esta conexión es realizada para salvar al hombre del abismo que lo separa de la divinidad, es decir, para deshacer todo mal comportamiento que no le permita entrar al reino de los cielos. Todo esto se realiza mediante la meditación contra el ego, tal y como se realiza en el budismo, la oración mediante el cristianismo, o el uso de la cábala en personas que practican el judaísmo.
En la mística cristiana, la unión con Dios, o también conocida como éxtasis, es algo que no depende de la persona, solo de Dios, y que Él, mediante su espíritu, le otorgue esta preciada comunicación con Él. En el catolicismo, solo la persona que se ha mantenido pura, en constante ayuno, soledad, oración y trabajo, es el que puede recibir el tan preciado éxtasis de la comunicación con Dios. Cada una de estas experiencias es diferente en cada religión, pero llevan al mismo punto, que es, por un lado, la comunicación absoluta con el Dios o lo sagrado; y por el otro, permitir adquirir los conocimientos necesarios para mejorar y crecer espiritualmente.
ALFA