El Universo esconde muchos misterios, y uno de ellos es la gran incógnita de la posible vida en el planeta Marte, que es el cuarto planeta del sistema solar, y se encuentra inmediatamente después de la Tierra. Este planeta llamado “Rojo”, por ha sido motivo de atención durante muchos años de millones de personas, despertando  la imaginación popular como el interés científico, que ha logrado emprender misiones que décadas atrás parecían imposible y dignas de las películas de ficción.

Es así como, durante muchos años  los robots que han sido enviados al espacio para observar al planeta rojo,  han logrado  enviar fotografías de una belleza espectacular y extraña, a través de las cuales se ha podido conocer que existen  en su superficie montañas tres veces más altas que el Monte Everest y cañones cinco veces más largos que el Gran Cañón.

Además, se ha comprobado que Marte es muy similar a la Tierra, y según muchos entendidos en la materia podría atraer a visitantes humanos, ya que sería el paraíso de cualquier aventurero, caracterizado por polos que cambian con las estaciones, una atmósfera polvorienta, y días de casi 24 horas, lo que lo hacen junto a Venus, los más parecidos y cercanos a la tierra.

Ahora bien, una de las interrogantes que normalmente se realizan acerca del  por qué Marte siendo tan similar perdió su atmósfera y la Tierra no. Muchas investigaciones sostienen que hace unos 4.000 millones de años, este planeta era cálido,  húmedo y poseía posiblemente condiciones idóneas para que hubiese vida en su superficie.

Sin embargo, hoy por hoy, Marte posee una atmósfera de una densidad de apenas el 1% respecto a la de la Tierra, lo cual lo convierte en un planeta desértico e  inhóspito. Por esta razón, Marte queda totalmente expuesto a la intensa radiación solar, haciendo que las temperaturas varíen drásticamente entre el día y la noche.

Cabe destacar, que Marte tenía en sus primeros millones de años, un núcleo de hierro fundido como lo tiene la Tierra, el cual estaba encargado de generar la magnetósfera, que es el escudo magnético que repele las partículas solares, y que actualmente no posee, por lo que se expone a la alta radiación solar que la Tierra evita al poseer este núcleo que le permite tener el campo magnético.

El cambio originado en el núcleo, según las  evidencias científicas, se dio lugar  entre 3.700 y 4.000 millones de años, cuando dicho núcleo se congeló, lo que hizo que desapareciera el escudo que evita que el viento solar impacte a la  atmósfera, el cual cumplió su función  durante sus primeros 500 millones de años.

Es así como, cuando se congeló el núcleo del planeta rojo, se perdió el campo magnético y los  vientos solares arrasaron con la atmósfera del planeta, haciendo que hoy día sólo tenga el uno por ciento comparada con la atmósfera de la Tierra.

Por ello, Marte en su estado evolutivo actual se caracteriza por poseer condiciones físicas muy  hostiles para la vida humana, sin embargo, no es un secreto que actualmente se están desarrollando proyectos muy ambiciosos, que hacen pensar que en unas dos décadas, Marte podría ser colonizado por los seres humanos, debido a que los obstáculos que se pueden presentar en relación al clima, podrían ser superados por  la ciencia y la  tecnología.

Pero, en el caso de Venus, a pesar de su cercanía a la Tierra,  la situación cambia radicalmente, porque está más cerca del sol y tiene unas  temperaturas cercanas a  los 480 grados, además  llueve ácido sulfúrico y la presión es tan grande que nos aplastaría directamente.

Por diferentes razones, existe mucha curiosidad por saber si existe vida en Marte, aunque no hay evidencias precisas que aseguren  esto, debido a que  su superficie es muy hostil, además de caracterizarse por su débil atmósfera, una frialdad extrema y aridez, además de estar expuesto a altas radiaciones que hacen imposible la existencia  de las formas de vida más tradicionales.

A pesar de esto, hay que destacar que los organismos extremófilos pueden vivir en condiciones inimaginables para un ser humano, lo que no descarta la posibilidad de que pudiera existir vida en Marte, aunque fuesen sólo microorganismos y no de formas de vida complejas.

Por otra parte, como se sabe hace años fueron lanzadas al espacio las famosas sondas Viking que realizaban análisis sobre Marte,  y se dice que éstas podrían haber destruido indicios de vida en las muestras recogidas por ese “incendio” que generaban al aplicar calor.

Siguiendo con  la descripción del famoso planeta rojo, debemos señalar que éste posee dos caras, detalle que ha suscitado gran curiosidad de parte de los científicos, que se han abocado a investigar  esta condición durante  décadas. De esta manera, la comunidad científica ha señalado que el hemisferio o cara norte del planeta Marte  es liso y llano, al punto de ser considerado como uno de los más planos del sistema solar, presumiéndose que la causa es que por ese hemisferio fluyeron grandes corrientes de agua durante millones de  años.

Por el contrario  la cara o hemisferio sur de la superficie de Marte se presenta áspera y con muchos  cráteres, con una elevación superior que oscila entre 4 km y 8 km, que presumiblemente se debe, según los expertos, al choque hace millones de años de un asteroide enorme en ese hemisferio.

Asimismo,  otros estudios han propuesto esta hipótesis, explicando que probablemente un enorme asteroide del tamaño de la luna terrestre colisionara contra el polo sur del planeta hace 3.900 millones de años, impacto que sería tan fuerte y devastador que revolvió un océano de magma,  el cual  originó  el  vulcanismo existente en Marte,  lo que a su vez dio origen a las tierras altas meridionales, gracias a la  expulsión del material presente en estas explosiones.

De este modo, es tarea de los científicos llegar al meollo del asunto y desentrañar este aspecto del pasado de Marte,  lo cual  podría ayudar a comprender de una manera más precisa, cómo y dónde podrían aterrizar los futuros exploradores, para de esta manera encontrar recursos perfectos para el  establecimiento de colonias humanas en la superficie de este planeta.

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Otro misterio relacionado con el planeta Marte, es el hecho de la existencia de océanos en su superficie hace millones de años, a lo cual los científicos relacionan con la cara lisa y llana del hemisferio norte, que se dice que se debe a la presencia de corrientes de agua líquida, por lo que la respuesta a esta interrogante sería que si hubo agua antes de que desapareciera el núcleo y su atmósfera llegar a ser tan baja.

Existen varias opiniones al respecto, algunos especialistas sostienen que no pudo haber océanos, otros sostienen una posición intermedia, asegurando que había un planeta frío y húmedo, mientras los más optimistas sostienen que sí pudo haber existido agua.

Ahora bien, algunos se han preguntado si la vida en la Tierra vino de Marte, presumiéndose que esta idea pudiese ser cierta, ya que durante el proceso evolutivo de la Tierra, está recibió un intenso bombardeo de meteoritos procedentes de Marte, lo cual contribuyó a la creación del “caldo primigenio”, que no es más que una especie de lago donde existían el carbono, nitrógeno e hidrógeno principalmente, que son los elementos imprescindibles para el surgimiento de la vida.

Con respecto a estas afirmaciones, se sabe que en la Antártida se identificaron meteoritos provenientes de Marte, los cuales se desprendieron de éste  debido a  los fuertes impactos que recibió de otros cuerpos espaciales, demostrándose científicamente que en estos meteoritos estaban presentes estructuras orgánicas similares a algunos microbios existentes en la Tierra.

Otro aspecto de suma importancia en el estudio sobre Marte, es la existencia del gas  Metano en su atmósfera, lo cual ha sido investigado por la Agencia Espacial Europea (ESA), la cual  descubrió en el año  2003, que existían trazas de metano en la atmósfera del planeta rojo, el cual también existe en la atmósfera de la Tierra, sin embargo, en  el caso de Marte los expertos no tienen claro qué es exactamente lo que lo produce, pero los planteamientos  más acertados explican que los cambios estacionales provocan el derretimiento de hielos de clatratos enterrados, que hacen que se  libere el metano.

Después de conocer varios aspectos de Marte, y enunciar las investigaciones que se están desarrollando al respecto, está claro que la carrera para enviar humanos a Marte ha comenzado y tiene a millones de personas alrededor del mundo pendientes de lo que  pudiese ocurrir. Al respecto,  la NASA ha asegurado que tiene el objetivo específico de llevar a cabo  una misión dirigida al planeta  Marte, que se llevará a cabo  para mediados de la década de 2030, para lo cual una gran cantidad de empresas públicas y privadas de todo el mundo están desarrollando la tecnología necesaria.

En este sentido, si se logra colonizar el planeta Marte, muy probablemente los hábitats se construyan bajo tierra, con la finalidad de proteger a los seres humanos  de la intensa y peligrosa radiación cósmica. Por otra parte, el cultivo de productos alimenticios en este planeta sería muy difícil,  debido a la  superficie estéril y la abundancia de  compuestos tóxicos llamados percloratos.

Sin embargo, existen un numeroso grupo de ingenieros espaciales que actualmente desarrollan proyectos científicos que podrían aportar una base para hábitats humanos autosuficientes en Marte,  los cuales  funcionarían  con energía solar, química y nuclear; pero sería indispensable construir células de combustible y baterías más eficientes que permitan sobrevivir durante semanas de oscuridad, además de minar la tierra para crear aire para respirar, combustible para cohetes, agua potable limpia y materiales de construcción básicos.

De esta manera, tendríamos que esperar a que estos avances tecnológicos y científicos den sus frutos, y sea una realidad esa expedición a Marte, que seguramente será vista por millones de personas alrededor del mundo, y nos mantendrá pegados a la televisión y a Internet, esperando para ver a los primeros colonizadores humanos que poblarán al planeta rojo.

ALFA