¿Cómo me cuido?
Ninguna mujer es igual, así mismo hay diferentes maneras de prevenir enfermedades de transmisión sexual y, de igual manera, las parejas pueden elegir el método anticonceptivo que más se adecue a su relación. Cada elección tiene sus ventajas y desventajas. Los mejor es informarse y decidir con responsabilidad.
¿Qué tan buenos son los métodos anticonceptivos? ¿Cuál es el más efectivo? Estas son las preguntas claves en la vida de toda mujer y que no siempre tiene la respuesta más convincente. Muchas escogen el método anticonceptivo que le recomienda una amiga, sin saber si es el más apropiado para ellas.
Esto es un grave error que puede pagarse caro, pues hay muchas cosas que están en juego y no pueden quedar en manos de los consejos de una amiga o un pariente cercano.
Nadie tiene los mismos planes, por eso lo mejor es saber cuál es el método apropiado para cada persona, así se evitan embarazos no deseados y usted podrá vivir una vida sexual más plena y segura.
Una cosa si está clara y es que no existe un método anticonceptivo perfecto, más que la abstinencia sexual. Más allá, lo importante es informase, dialogar y finalmente tomar una decisión responsable: ¿cómo lo hacemos?
Bueno primero debe conocer los métodos anticonceptivos disponibles en su país y por supuesto pedir consejos a un especialista. De ahí que cada mujer escoja según sus expectativas y su salud, por ejemplo una mujer que padece de gastritis o es olvidadiza no podría utilizar el método oral. Todo depende de cada organismo.
Desde que una mujer tiene una vida sexual activa, es recomendable que utilice un método de protección y de prevención, tanto de embarazos no deseados, como de enfermedades venéreas que se transmiten a través del acto sexual.
Antes de elegir qué usar, usted debe tener en cuenta su salud en general, la frecuencia con que tiene relaciones sexuales, el número de parejas que tiene y si desea tener hijos, así como los efectos y la comodidad del método.
Cómo funcionan los anticonceptivos
Hormonas para prevenir la ovulación
1. Anticonceptivos orales (pastillas o minipastillas)
Son una combinación de estrógeno y progesterona en dosis que previenen la ovulación y ayudan a regular los ciclos menstruales. Se debe ingerir una pastilla al día a una misma hora preestablecida. También ayudan en la prevención de la anemia, disminuyen el acné, ayuda a proteger contra el cáncer de ovario y de endometrio.
2. Inyectables: es una administración de estrógeno y progesterona que evitan la ovulación.
Se pueden administrar una vez por mes, cada tres meses o cada seis. La inyección debe aplicarse de forma lenta, por vía intramuscular, preferiblemente en el glúteo. La primera inyección se aplica el primer día de la menstruación. Luego cada 30 días dependiendo de las instrucciones del médico.
3. Parches
Este es uno de los métodos anticonceptivos más nuevos. Es una bandita que se adhiere a la piel, contiene gestágeno y estrógeno, dos hormonas que se liberan una vez el parche se ha aplicado a la epidermis. Estas hormonas evitan la ovulación y dificultan el paso de los espermatozoides. El primer parche se deberá aplicar el primer día de la menstruación y de ahí semanalmente.
OTRAS OPCIONES
-El diafragma: método anticonceptivo de barrera
Además del famoso condón existe otro anticonceptivo de barrera llamado diafragma. Su grado de efectividad es de un 94 por ciento. El diagrama es un pequeño tapón de látex hecho a la medida, que cubre el cérvix y evita que el semen entre en contacto con este. Puede insertarse en la vagina seis horas antes del coito, en cada nuevo contacto debe aplicar espermicida.
Usted es libre de elegir la mejor opción que se adapte a sus necesidades y así vivir una vida sexual saludable.
ALFA