En la joyería se utilizan diversos metales para la elaboración de diversas piezas. Entre los metales preciosos conocidos están el oro, el platino, el paladio, el rodio y la plata. Por otra parte algunos de los metales semipreciosos son el cobre, el tungsteno, el hierro, el titanio, el zinc y el níquel.
Es importante resaltar que no es frecuente encontrar una joya elaborada de un metal puro. Las joyas de oro suelen tener mezcla de oro con otros metales y sus características son brillo, poca reactividad, alto valor económico, ductilidad y cantidades limitadas. Si está pulido difícilmente pierde su brillo y generalmente no produce alergias. Sí es puro su color es amarillo brillante.
Para piezas que llevan muchos brillantes, los joyeros prefieren utilizar el platino ya que su color blanco natural hace resaltar el brillo de los diamantes. Es un metal más fuerte que el oro, es bastante denso otorgándole a las joyas un mayor peso. Usualmente en la joyería se utilizará una aleación de 95% platino puro con 5% de otros metales.
Por otro lado, el paladio raramente se utiliza en la joyería, sin embargo es utilizado para obtener el llamado oro blanco, pudiendo tener una aleación de 75% oro puro con tal vez 16% paladio puro y 9% plata pura. Asimismo, el rodio se utiliza principalmente para bañar al oro, el platino y la plata, otorgándole un brillo muy singular, sin embargo el baño de rodio es superficial y se deteriora con el tiempo. Por ser difícil de esculpir, son muy raras las piezas de rodio puro.
La plata es ampliamente utilizada en la joyería, puede encontrarse de tres tipos, 950, que contiene 95% plata pura, la plata esterlina que contiene 92,5 de plata pura y 7,5 de cobre y la plata 900 que tiene 90% plata pura y 10% cobre. Es un metal que reacciona al azufre del aire ocasionándole la perdida de brillo y cambio de color.
En cuanto a los metales base, el cobre es uno de los más utilizados ya que mezclado con metales nobles les otorga dureza permitiendo que las joyas mantengan su forma. Además la mezcla con los metales nobles como el oro produce cambios en el color, otorgando tonalidades rosas o rojas.
El tungsteno es un metal muy duro y difícil de rayar. Las joyas elaboradas con este material son susceptibles a sufrir fracturas si sufre de golpes fuertes.
Otro metal que posee una gran dureza es el titanio, es parecido al tungsteno en cuanto al color, sin embargo es mucho más ligero y no se fractura. Tanto el tungsteno como el titanio tienen precios muy asequibles por lo que se ha vuelto una tendencia utilizar estos materiales para anillos de matrimonio para hombres.
Los metales llamados no preciosos no tienen mucha cabida en la joyería, salvo en las aleaciones ya que suelen producir algún tipo de alergia y sus características no son las ideales para la joyería, por ejemplo el metal denominado alpaca, es similar a la placa pero es una aleación de níquel cobre y zinc sin metales preciosos.
ALFA