En la actualidad hay tendencias que se enfocan en los placeres del ser humano, específicamente en la forma de alcanzar el orgasmo, la meditación orgásmica, una práctica muy similar al sexo tántrico que está en la búsqueda de prolongar el pico sexual en una relación íntima.
A la meditación orgásmica se le conoce también como Oming, la idea es alargar la duración del orgasmo hasta un máximo de 15 minutos; una técnica con influencias en el yoga y sexo tántrico, orientados al placer individual.
Existe una organización llamada OneTaste que dirige y fomenta la práctica de la meditación orgásmica, realizan actividades en grupo, conocidos también como “Círculos Oming”; para el hombre no representa su placer individual, sino aprender a conocer la estimulación y el orgasmo femenino, la mujer permanecerá desnuda de la cintura para abajo y la pareja que meditará con ella estará totalmente vestido, acariciando sus genitales, mientras ambos dirigen su atención a desarrollar sensaciones de placer que prolonguen el estímulo sexual y resulte en una conectividad mutua.
Los cursos pueden realizarse en pareja o individualmente, la persona encargada de la meditación dará las instrucciones para encontrar los puntos de placer para alcanzar el orgasmo; los participantes aseguran que aprender la meditación orgásmica proporciona grandes beneficios e invitan a las personas a dejar de lado los tabùes y comenzar a practicar esta técnica.
Los expertos aseguran que es una experiencia que favorece la estabilidad emocional, permitiendo que la unión en la pareja sea más satisfactoria y plena; en la actividad sólo serán la pareja compartiendo y experimentando la mejor forma de prolongar el clímax en una relación sexual.
Se consideran algunas reglas o pasos para comenzar a practicar esta técnica: la primera y la segunda consiste en mantener la mente abierta y preparar el sitio donde se llevará a cabo la meditación, se recomienda poner en el piso una esterilla de yoga con varios cojines, lubricante íntimo, toallas de mano y un reloj con cronómetro.
El tercer paso trata de colocarse en posición, recibiendo las instrucciones para que la pareja mantenga la postura adecuada, la persona que acaricia se le denomina stroker, y tendrá a mano el lubricante, la toalla y el reloj que cronometrará 13 minutos exactos.
En la cuarta regla comenzará la estimulación, el stroker aplicará lubricante en sus dedos índice izquierdo y pulgar derecho, en la base de los labios vaginales colocará el pulgar que le servirá de apoyo, para deslizar el índice desde ese punto hacia arriba, hasta el clítoris, y así llenar de lubricante; suavemente inicia la estimulación en el cuadrante superior izquierdo del clítoris moviendo su índice de arriba abajo, esta es la zona donde el clítoris posee más terminaciones nerviosas.
El quinto paso incluirá la comunicación de la mujer manifestando la mejor forma de ser estimulada, al pasar los trece minutos finalizará la estimulación, los dos minutos restantes constituyen el paso siguiente para recuperar la calma y volver a relajarse. Los dos últimos pasos incluyen recoger el nido y compartir la experiencia.
ALFA