Consideradas como las joyas más emblemáticas de una olimpiada y el máximo galardón con el que sueña un atleta, las medallas olímpicas, representan la excelencia deportiva, pero a partir de los juegos olímpicos de Río 2016, es posible que también se conviertan en un símbolo de la sostenibilidad.
Pues bien, las medallas que recibirán los mejores atletas de los actuales juegos olímpicos y paralímpicos, representan un ejemplo de compromiso con el ambiente, al estar hechas con metales preciosos y materiales que han sido reciclados o que se han extraído bajo prácticas ambientales positivas. Razón por la cual, son las medallas olímpicas más ecológicas de la historia.
Prueba de ello, es que el oro usado carece por completo de trazas de mercurio y en su proceso de extracción se realizaron diversas inspecciones en la mina, con el fin de certificar también las mejores condiciones y prácticas laborales para los mineros. Por su parte, las medallas de plata y bronce contienen un 30 % de material reciclado; que en el caso de la plata proviene de placas de rayos x, piezas de carros e incluso espejos. Mientras que el cobre necesario para las medallas de bronce, se obtuvo de los desechos generados en el proceso de fabricación de los reales metálicos que se realiza en la casa de la moneda de Brasil.
Aunque pudiera pensarse que estos son los únicos detalles ecológicos que tienen las medallas olímpicas de Río 2016, le sorprenderá saber que las cintas que envolverán el cuello de los ganadores, tienen en su composición un 50 % de hilos sintéticos reciclados, provenientes de botellas plásticas. De igual manera, hay que destacar que las cajas donde los atletas ganadores guardarán sus medallas están hechas en madera de freijó, certificada por el Forest Stewardship Council, una organización independiente que se encarga de certificar el manejo sostenible de los bosques.
Pero como si esto fuera poco, para mantener la línea ecológica por la que serán recordados los juegos olímpicos de Río 2016, un dato curioso está en los podios que serán usados para la ceremonia de premiación, ya que están hechos de materiales orgánicos y celebran la naturaleza tropical propia de este país amazónico. Con la ventaja adicional, que se diseñaron especialmente para que una vez finalizados los juegos, puedan ser usados como muebles.
Con un peso aproximado de 500 gramos cada una, las 5130 medallas elaboradas por la casa de la moneda de Brasil y creadas bajo la dirección del comité organizador de los juegos olímpicos y paralímpicos, requirieron un total aproximado de 2,5 toneladas de metales, entre los cuales se incluyen oro, plata, bronce y zinc; además de un promedio de dos días para la fabricación de cada presea.
Sin duda alguna las medallas olímpicas de Río 2016, marcarán un hito en la historia deportiva, que seguirá no solo en las olimpiadas por venir, sino también en otras competencias y eventos deportivos, donde seguramente las tomarán como ejemplo.
Interesante artículo, algo que sorprende es que como en un mundo cada vez más preocupado por el medio ambiente, esta sea la primera vez en una olimpiada que se tome en cuenta el tema de la sostenibilidad.
Sin duda alguna, deben sentirse doblemente orgullosos los ganadores, no solamente por ganarse una de ellas sino también por lo que representan estas medallas ecológicas.
Son más que especiales estas medallas, genial!!
Datos muy interesantes, hay que aplaudir este tipo de iniciativas!